BASKA VODA 1995

2. - 06. 04. 1995.

APARICIONES, VISIONES, REVELACIONES - p. Ivan Dugandzic

REVELACIONES PRIVADAS Y MEDJUGORJE - p. Ljudevit Rupcic

EL ROL DE LOS VIDENTES (bíblico e histórico) - p. Josip Marcelic

SOBRE EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION EN LA DIFUSION DEL MENSAJE DE MEDJUGORJE - Hans Schotte

COMO PREPARAR A LOS PEREGRINOS PARA MEDJUGORJE - Sor Isabel Bettwy

BIOGRAFIA DE LOS CONFERENCIANTES

Fr. Ivan Dugandzic - sacerdote franciscano, miembro de la Provincia franciscana de Herzegovina. Nacido en 1943 en Krehin Gradac, municipio de Citluk, Herzegovina. Después de terminada la escuela secundaria en Dubrovnik, en 1962 entra a la orden franciscana. Cursa sus estudios de Teología en Sarajevo y Königsteinu (Alemania). Es ordenado sacerdote en 1969. Cursa sus estudios de postdiploma y obtiene un doctorado de Ciencia Bíblicas en Würzburg (Alemania). A partir de 1990 vive y trabaja en Zagreb. En la Facultad de Teología y en sus institutos enseña exégesis del Nuevo Testamento y Teología bíblica. Publica sus trabajos en revistas teológicas especializadas. En los periódicos religiosos elabora de manera moderna diversos temas bíblicos. En Medjugorje ha vivido y trabajado en dos oportunidades; desde 1970 hasta 1972, y desde 1985 hasta 1988.

Fr. Ljudevit Rupcic - nace en el año 1920 en Hardomilja, Ljubuski. En 1939 entra a la orden franciscana en la provincia de Herzegovina, y en 1946 es ordenado sacerdote. Termina sus estudios de Teología en 1947 en la Facultad de Teología de Zagreb. Doctora en 1958, y doctora por segunda vez en 1971 en la misma facultad. Desde 1958 hasta 1988 enseña exégesis del Nuevo Testamento en el Instituto de Teología franciscana en Sarajevo, y durante un tiempo en la Facultad de Teología en Zagreb. Durante el régimen comunista yugoslavo pasado permanece en prisión desde 1945 hasta 1947, y desde 1952 hasta 1956.

Durante largo tiempo (1968 - 1981) es miembro de la Comisión teológica de la Conferencia episcopal de la ex Yugoslavia. Ha traducido el Nuevo Testamento del original al idioma croata; la traducción ha tenido numerosas ediciones. Ha publicado muchos libros, estudios y artículos en idioma croata, alemán, italiano, francés e inglés, y ha dado muchas conferencias en varios congresos y simposios en Europa y E.E.U.U.

Fr. Tomislav Pervan - nacido el 8 de noviembre de 1946 en Citluk. Fue ordenado sacerdote en 1969. En 1976 obtuvo su doctorado en Teología en el campo del Nuevo Testamento. Trabajó como educador ayudante de novicios en la Provincia Franciscana de Hercegovina. Como párroco en la parroquia de Medjugorje, operó desde el 1982 hasta el 1988. Fue nombrado Vicario provincial en 1990, y en 1994, fue designado Provincial de la Provincia Franciscana de Medjugorje.

Dr. Fr. Josip Marcelic, terciario franciscano, nacido en 1929 en Preko, Zadar. En 1953, fue ordenado sacerdote en Split. Obtuvo su maestría en filosofía y su doctorado en teología en la Universidad laterana en Roma. A partir de 1971/1972 enseña dogmática y otras disciplinas bíblicas en la Facultad de Teología de Split. En varias oportunidades ha ejercido el cargo de rector y prorector en la Facultad de Teología de Split. Es cofundador y coeditor del ciclo "Espíritu y agua", de la colección Renovación en el Espíritu (Jelsa, a partir de 1984) en ésta ha traducido y publicado varios libros.

Hans Schotte - nacido en 1944. Obtuvo su bachillerato en la escuela secundaria diocesana vespertina en Essen. Los estudios de teología, filosofía y pedagogía, y los estudios de pedagogía de los medios de comunicación los terminó en la Universidad de

Bonn. Después de varios años de actividad periodística y de haber ejercido el cargo de director de la oficina periodística de la diócesis de Augsburg, se dedica a la actividad periodística para la obra misionaria católica internacional MISSIO en Munchen.

A partir del 1983 trabaja en la diócesis de Augsburg como pedagogo de los medios de comunicación y como periodista de películas. Sobre la base de las experiencias adquiridas en numerosos viajes a través de Asia, Africa y Sudamérica, ha dirigido y emitido una cuarentena de películas documentales para la televisión y con el fin de contribuir al trabajo pedagógico de la Iglesia, entre éstos se hallan dos proyectos televisivos acerca de Medjugorje como lugar de peregrinación. Actualmente, Hans Schotte trabaja en una nueva película sobre Medjugorje.

La Hermana Isabel Bettwy es la fundadora y ha sido la directora de la Asociación de la Madre de la Misericordia, asociación mariana consagrada a la veneración de María madre a través de la oración y de la instrucción. Una parte de la actividad de esta asociación ha sido el dirigir peregrinaciones a los lugares marianos de peregrinación en todo el mundo, con preferencia a Medjugorje. La hermana Isabel comienza a dirigir peregrinaciones a Medjugorje en 1984 cuando ejercía el cargo de directora de los viajes universitarios franciscanos. La hermana Isabel Bettwy actualmente ejerce el puesto de directora del Centro nacional de peregrinaciones de la Divina Misericordia en Stockbridge, MA. E.E.U.U.

DECLARACION

En el simposio internacional en Baska Voda, celebrado del 2 al 6 de Abril de 1995, participaron setenta líderes de grupos de oración y centros de paz de 15 países, cuatro videntes y los sacerdotes que laboran en Medjugorje. Después de escuchar las conferencias, intercambiar ideas y experiencias y orar juntos, tomando en consideración todos los criterios: respecto a los videntes, los mensajes de Nuestra Señora y los frutos de dichos mensajes en la vida de los fieles alrededor del mundo entero, estamos aún más convencidos de que las apariciones de Medjugorje son un don de Dios para nuestro tiempo. Son un aliento para el pueblo de Dios en este tiempo de dificultades y conflictos, un impulso y una directriz para la Iglesia en su búsqueda de caminos para la nueva evangelización al acercarse el tercer milenio. Los mensajes de Nuestra Señora no son una nueva revelación, sino una nueva ayuda para captar la revelación de un modo nuevo e incorporarlo a tiempos nuevos. En ellos están contenidas, en cierto sentido, respuestas concretas a los más recientes documentos del Papa Juan Pablo II.

En tal virtud, recomendamos a todos los grupos de oración y Centros de Paz:

  • Que en los mensajes de Nuestra Señora, vean un llamado y una orientación hacia el único Salvador Jesucristo, Autor y Perfeccionador de la salvación.
  • Que en su corazón siempre guarden preocupación por la Iglesia, de la cual María es Madre, modelo ejemplar y meta final en su jornada a través del tiempo.
  • Que hagan de manera especial todo cuanto esté a su alcance, a fin de que a través de ellos, la Iglesia local pueda experimentar los frutos de conversión y de paz.
  • Que en el contexto de los mensajes de Nuestra Señora, estén abiertos a los signos del mundo de hoy y de los tiempos, a fin de ser un signo de esperanza y un lugar seguro para todos los hombres en medio de los problemas e inseguridades actuales.
  • Que lo hagan todo en el amor y la comprensión para superar desacuerdos mutuos, a fin de servir mejor, todos unidos, al gran bien de la paz.

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APARICIONES, VISIONES, REVELACIONES

(Posibilidad teológica y significado de estas inusuales manifestaciones)
1. MANIFESTACIONES EXTRAORDINARIAS EN TIEMPO EXTRAORDINARIOS

En 1973 se dio una agria discusión entre los teólogos acerca del significado de la resurrección de Jesús y el sentido del discurso en las apariciones del Resucitado, como habla de ello el Nuevo Testamento. R. Pesch, católico liberal y estudioso de la Biblia, provocó esta discusión con su afirmación de que hablar de la resurrección es meramente "una expresión del reconocimiento de los creyentes del significado escatológico de Jesús, Su misión y autoridad, Su legitimación frente a Su muerte." Hablar de apariciones sería simplemente una "legitimización" de los discípulos, esto es, su determinación de proclamar ese significado de Jesús. En su respuesta, su colega protestante, el bastante moderado Hengel, deplora de manera particular que en los tiempos actuales las visiones se equiparen con alucinaciones y continúa: "Puesto que la rica tradición mística de la Iglesia se ha agotado, al menos en nuestras regiones, los teólogos ya no son la autoridad para este tipo de manifestaciones, sino más bien los psiquiatras o los expertos en narcóticos. Una visión es considerada como una manifestación patológica." (ThQ 3/1973, p. 255). Fue como una palabra profética de lo que se mostraría también ante el caso de las apariciones de Medjugorje, ocho años después.

Con todo, la Biblia habla tan frecuentemente de apariciones y visiones, relacionando la revelación de Dios a las personas con estas manifestaciones, que podemos considerarlas como uno de sus temas centrales. Por qué entonces estas manifestaciones se topan generalmente en la Iglesia con gran cautela y escepticismo por parte de la jerarquía eclesiástica y el clero en general y aún más, con una considerable indiferencia por parte de los teólogos? Podría decirse, de hecho, que estas manifestaciones son inmediatamente aceptadas únicamente por los fieles comunes, a veces admitidas demasiado pronto y sin evaluación alguna. Dentro de la corriente auténtica de la literatura teológica de hoy, es muy difícil encontrar una obra sólida de teología dedicada a este tipo de manifestaciones. Si partimos del buen y antiguo entendimiento de la teología como esposa de la fe, entonces su tarea primaria es la de "penetrar la Revelación a la luz de la razón" y "esforzarse por encontrar una interpretación viva de la fe" en la vida práctica de la Iglesia. Por qué entonces la teología tiene aversión a tales manifestaciones que evidentemente están dirigidas a la vida de la Iglesia?

Precisamente, dichas manifestaciones tendrían que ser un reto real para la teología de hoy que tan exitosamente trata con cuestiones individuales y problemas, pero a la cual le falta un sentido del todo y del profundo misterio oculto detrás de todas las cosas. O será quizá la realización de la calamitosa profecía de A. Comte, padre del positivismo, hace 150 años, quien al observar cómo el interés de la teología se desplazaba del misterio de la Santísima Trinidad, a través de la Cristología y hacia la eclesiología, afirmó que de este modo la Iglesia se deslizaría lenta y despreocupadamente hacia el positivismo. "Ya no tratará de Dios, sino del hombre; no investigará ya la verdad imposible de investigar sino las manifestaciones positivas de su propia comunidad." Uno de los teólogos más agudos y profundos de nuestros tiempos, Hans Urs von Balthasar, parece confirmar indirectamente que esto ha sucedido ya, cuando dice de la Iglesia de hoy que, "ha perdido buena parte de sus rasgos místicos y se ha convertido en una iglesia de constantes conversaciones, organizaciones, concilios, congresos, sínodos, comisiones, academias, fiestas, funciones, estructuras y reestructuras, experimentos sociológicos y estadísticas."

Resulta lógico que esto se refleje también en la teología. Cualquiera que esté un poco más involucrado en la teología, sabe en qué medida está infiltrada hoy por la antropología, la sociología y la psicología. Ciertamente, dichas ciencias pueden enriquecer el pensamiento teológico, pero no pueden reemplazarlo si éste desea ser "una ciencia sobre Dios", y no casi exclusivamente sobre el hombre. El énfasis, a saber, de la reflexión teológica es a veces transferido de Dios al hombre y de la realidad de ese mundo a la realidad de éste en una medida tan significativa, que no es difícil entender por qué el espíritu de los tiempos de hoy y el clima espiritual entero de ninguna manera favorecen hablar de apariciones. Y puesto que tales manifestaciones demandan además una interpretación, ésta se ofrece sobre terrenos no teológicos. Usualmente se nos dice que en el mundo actual, enfrentado con la inseguridad y el miedo ante su futuro, ocurren tendencias profético-apocalípticas que posteriormente encuentran una salida en la psicosis colectiva. Estas manifestaciones extraordinarias se equiparan con estados patológicos y su interpretación se somete a la psicología y parapsicología.

Cuando se trata de María y sus apariciones, usualmente se subraya la mediación única de Jesús entre Dios y el hombre y de ello se deduce la imposibilidad de las apariciones, porque de este modo esa verdad, por otro lado cierta, sería puesta en duda. Frecuentemente, al menos en algunos países, esto se debe también a ciertas tácticas ecuménicas superficiales con relación a los protestantes, que se sienten perturbados por la excesiva veneración a María. Para algunos teólogos, la razón radica en el miedo a ser llamados conservadores en tiempos en los que está de moda que la teología trate con problemas totalmente concretos de la vida, lo cual es bueno pero insuficiente.

Observando de cerca los eventos en la parroquia de Medjugorje por un período largo y tratando de evaluarlos teológicamente, y siguiendo la reacción hacia ellos por una parte del público eclesiástico, es difícil evitar la impresión de que los términos teológicos fundamentales a menudo no son claros y ésa es una de las razones principales para la confusión y la desorientación. Por tanto, intentemos definir estos términos tan clara y precisamente como sea posible!

2. EL CONCEPTO DE APARICION Y VISION EN LA TEOLOGIA

Debe admitirse que la teología, la cual debe estar al servicio de la fe y la vida de la Iglesia, no tiene una tarea fácil en los tiempos actuales. Se pide de ella que sirva a la práctica y ésta muchas veces es muy compleja. Por un lado están quienes entienden la práctica como un comportamiento establecido y estable que no tolera nada nuevo y tan peligroso como la teología que aboga por cualquier cosa nueva. Por otro lado, como práctica tenemos la experiencia religiosa, ya sea que esté relacionada con apariciones y condicionada por ellas o relacionada con diversas formas de movimientos carismáticos. Aquí, de nuevo, existe el peligro de declarar la teología como sin vida y no convincente y rechazarla en favor de este tipo de experiencia.

Es importante, sin embargo, que la teología no se deje convertir en víctima de la práctica, ni para un extremo ni para el otro y que tampoco deba sacrificar la práctica. Donde no hay una experiencia religiosa, debe inspirarla y donde la hay, habrá de estar en guardia para no permitir que la experiencia tome direcciones no deseables, "a fin de que nada correcto en la nueva experiencia se pierda o extinga, pero también para evitar que cualquier cosa que pudiera ser incompatible con el misterio cristiano se imponga secretamente..." Es bien conocido, a saber, que en momentos críticos del mundo y de la Iglesia, el espíritu religioso anhela intensamente una experiencia de la realidad del más allá más convincente y tangible como un consuelo para el presente y una promesa para el futuro. Aquí, la teología tiene que distinguir lo entusiasta y enfermizo de lo saludable y beneficioso, esto es, de lo que pertenece al depósito de la fe y los cauces establecidos para la salvación.

Qué entiende, en efecto, la teología por el término de apariciones y visiones? En el más amplio sentido de la palabra, éstas son "experiencias mentales en las que realidades invisibles tales como Dios, los Angeles, incluso los Santos, pero también cosas creadas, se vuelven accesibles a los sentidos físicos de un modo natural y todo ello relacionado con la meta sobrenatural de la salvación humana. Esto incluye también eventos distantes en el tiempo así como eventos pasados y futuros." La sana tradición cristiana jamás ha puesto en duda la posibilidad de estas manifestaciones, porque sabe que a través de ello pondría en duda su imagen de Dios, Quien fue libre no sólo al comienzo del acto de crear el mundo, sino que retiene permanentemente para Sí esta libertad en relación a Su creación.

Si bien la Revelación pública concluyó con el Nuevo Testamento, Dios, que está asociado al mundo y al hombre, retuvo para Sí la libertad de actuar en la historia humana, congruentemente, bajo el aspecto de la calificación esencial del Nuevo Testamento que es la dimensión escatológica. A saber, Dios debe respetar el hecho de que con Jesucristo comenzó el final de los tiempos escatológicos, caracterizados por el evento de la salvación que se inició con El. En este período de la Resurrección de Cristo hasta Su segunda venida, Dios no puede ampliar la revelación en el sentido de hacer una nueva alianza, como fue el caso en el Antiguo Testamento. Sólo puede ejecutar la intervención final prometida al final de los tiempos, mediante la cual dará cumplimiento a la salvación ya iniciada del mundo. Pero antes de ello, de diversos modos, El ciertamente puede influir inspirativamente en la realización de dicha salvación en el momento presente de la historia. Una de estas formas es Su comunicación en imagen y palabra. Cualquiera que negara esto, pondría en duda la libertad de Dios así como el carácter del Cristianismo como religión revelada. "Por tanto, la esencia de las apariciones y revelaciones privadas después de Cristo debe ser tal que corresponda substancialmente con esta realidad salvífica y escatológica."

La Iglesia siempre se ha relacionado con estas manifestaciones con cautela, teniendo en mente la advertencia del Nuevo Testamento acerca del "discernimiento de espíritus" (1 Cor 12, 10; 1 Juan 4, 1; 1 Pe 5, 8). Ya dijimos en la definición arriba citada, que todas las manifestaciones están relacionadas, en su intención, con la salvación humana. Esto contiene implícitamente el primer criterio para su evaluación. Corresponden a los cauces normales de la salvación o no? Nos encaminan hacia ellos o nos apartan de los mismos? No es difícil establecer si tales manifestaciones apartan de una sana devoción a Jesucristo, colocando a María en el centro de la devoción, de modo que compite con Cristo o si conducen a los creyentes a una escucha sincera de la palabra de Dios y a la vida sacramental. Es un hecho conocido que, antes del Concilio, tanto en la Mariología como en la devoción mariana, se sabía que existía unilateralismo y exageración.

Junto con esto está también el criterio en relación con los videntes y su forma de experimentar las visiones. A saber, debemos tener presente que existen tiempos particularmente favorables a manifestaciones de este tipo, como lo son los tiempos de ansiedad mundial y de crisis de fe. Por tanto, la teología tiene como obligación vigilar estas manifestaciones y observar si las apariciones son "un eco vacío en el que el hombre se escucha sólo a sí mismo o una respuesta en la cual el hombre escucha a Dios."

De igual modo, hay que distinguir el reconocimiento intuitivo o la iluminación intelectual que pudieran ocurrir durante la oración o la meditación, de visiones reales. Debe decirse que la cautela mencionada no es lo mismo que una negligencia hacia este tipo de manifestaciones, sino, por el contrario, un mejor servicio a ellas.

3. VISIONES MISTICAS Y PROFETICAS

Con respecto a su propósito, la teología divide las visiones entre místicas y proféticas. Las primeras se refieren exclusivamente a una persona en particular y a su crecimiento espiritual individual, como ha sido el caso con tantos místicos de la Iglesia. Naturalmente, no excluye el aspecto particular de la publicidad que tales visiones acarrearán con la probable veneración pública posterior de dichos místicos, en caso de que fuesen elevados al estado de beatos o fuesen canonizados. En este sentido, podríamos considerar también las visiones estrictamente privadas como un carisma en el sentido más amplio. En contraste con esto, las visiones proféticas tienen un carácter público desde el mero principio. Son un don o un carisma al individuo o a varios individuos para beneficio de la Iglesia entera. Se requiere del vidente que dirija a quienes le rodean y a la Iglesia entera con el mensaje recibido. Gemma Galgani es tomada como ejemplo típico del primer tipo de visión y Santa Margarita María Alacoque del segundo.

Desde el punto de vista del vidente que la experimenta, la visión mística es siempre más intensa e influye más poderosamente en el cambio de la vida personal del vidente que en el caso de una visión profética. Esto es comprensible también, porque son las personas que de ordinario ya han alcanzado un grado envidiable de santidad quienes tienen visiones místicas, mientras que los portadores de visiones proféticas son frecuentemente creyentes ordinarios elegidos enteramente "por accidente" y, en la mayoría de los casos, se trata de niños que todavía no están completamente maduros para experiencias místicas más profundas. Es por eso que visiones así no influyen tan intensamente en la persona del vidente, quien cambia individualmente mucho más lentamente en relación a la madurez y a la santidad de su vida personal.

Debido al hecho de que estos videntes son muy a menudo niños, sus visiones, si bien de un carácter físico-objetivo, razón por la cual son ordinariamente llamadas tridimensionales en relación con la experiencia de los místicos, que son exclusivamente imaginativas, esto es, estados mentales internos, no obstante, se quedan más en la superficie y nunca traen como consecuencia un cambio inmediato y rápido del vidente. Pero el significado de dicha visión está en la lenta transformación de los creyentes a quienes el mensaje es dirigido. Ciertamente, este efecto no podría lograrse si tampoco los portadores del mensaje se transformaran al mismo tiempo para mejorar. Y serán incapaces de ello sin, como ya dijimos, la ayuda de alguien más.

4. MANIFESTACIONES NATURALES, PARASICOLOGICAS Y SOBRENATURALES

Partiendo del solo hecho de que para Dios nuestros límites humanos en los ámbitos natural, parapsicológico y sobrenatural no presentan clase alguna de barrera, cualquiera que sea el caso, y que Dios actúa en toda buena obra que el hombre realiza, K. Rahner advierte que la formulación "esta visión se origina de Dios" es en sí misma, en efecto, totalmente indefinida y está abierta a muchos significados. Puesto que, desde el punto de vista de su salvación, el hombre puede descubrir la gracia de Dios e inspiración para su salvación personal incluso en un evento que sea posible explicar de un modo completamente natural, "alguna visión que es capaz de ser interpretada de un modo natural, hasta en tanto permanezca dentro de los límites de la fe y la moral cristianas, y hasta en tanto no dañe la salud mental del vidente, sino que lo eleve moral y religiosamente, podría entonces ser aceptada como obra de Dios y como una gracia, si bien esa visión tiene su fundamento directo y natural en mecanismos físicos..."

Desde el punto de vista teológico, no hay obstáculo alguno para que Dios utilice las posibilidades completamente innatas de la naturaleza humana para la realización de metas extraordinarias con relación a la salvación humana. Es difícil, de hecho es imposible, responder a la pregunta de por qué Dios tendría siempre que echar mano de algún medio extraordinario para algo que El puede lograr a través de las capacidades y posibilidades humanas ordinarias. El filósofo aleman Robert Spaemann critica el acercamiento de las ciencias experimentales modernas a la realidad espiritual, a causa de "su homogeneización de la experiencia", p. e. debido al intento de clasificar todas las experiencias en una especie de marco de trabajo experimental preconcebido. Otros hablan de reduccionismo, al pensar en las mismas manifestaciones, especialmente, en la psicología moderna. Usan el término "psicologismo", por medio del cual "lo espiritual es reducido a lo mental y esto, de nuevo, se reduce a las mecánicas o hidráulicas de alguna clase de "aparato psíquico" ficticio que más tarde es adoptado como real..." El mero resultado del psicologismo permitiría una observación sin obstrucción y una evaluación de lo espiritual en el hombre, y, en particular, de lo religioso en su soberanía.

En oposición a la tendencia de atribuir inmediatamente todas las manifestaciones parasicológicas al ámbito negativo, K. Rahner se pregunta por qué las capacidades naturales parasicológicas de la telepatía, clarividencia, psicometría etc. en una persona religiosa no pueden ser dirigidas de la misma forma que las capacidades "normales" de objetos de naturaleza religiosa, y ser así un ímpetu para actos religiosamente relevantes, y por qué no está permitido evaluar dichos actos como "obra de Dios" y como "gracia".

Todas éstas son premisas importantes a fin de poder evaluar correctamente esa visión también en el sentido particular, que tiene su origen en una intervención divina particular. Esta clase de visión, que regularmente es acompañada por un signo especial reconocible a todos, no es, consecuentemente, la única visión auténtica. A la luz de ello, la pregunta que se nos presenta es: "Por qué el reconocimiento eclesiástico de una visión no tiene sentido, aún cuando está limitado únicamente a la afirmación de que una visión así, de acuerdo a su contenido e impacto en el vidente y en otros, es sólo positivo y, en ese sentido, "se origina en Dios" o cuando es un eco legítimo de la experiencia mística real del vidente que corresponde a las normas de la fe y la razón, sin necesidad de que la Iglesia en ambos casos tenga que presumir la intervención actual, milagrosa de Dios?"

De acuerdo a lo anterior, incluso si en alguna visión no hay un signo milagroso que claramente supere las leyes naturales y el curso ordinario de los eventos, pero que en todo pueda interpretarse como una manifestación natural y parasicológica, con todo no hay aquí esa clase de razón teológica para negar a dicha visión toda la posibilidad de ser originada por Dios. De hecho, se comete el más grande error cuando, con demasiada premura, se caracteriza todo como una misma cosa como posible o imposible sin distinción alguna, como provocado por Dios o engaño del demonio o una ilusión humana. Por esta razón, muchos teólogos, con Rahner a la cabeza, piden una "indulgencia" particular hacia las experiencias de visiones y son de la opinión de que éstas pueden ser aceptadas como "inspiradas por Dios", incluso cuando no podamos aceptar cada uno de los detalles de ellas. Por el otro lado, habría que tener en mente que, incluso cuando su autenticidad de algún modo haya sido reconocida por la Iglesia (particularmente en el terreno de criterios externos, sobre lo cual hablaremos más tarde), esto no significa que cada parte de su contenido sea correcta y que debamos estar de acuerdo con ella. Hay casos en que obviamente se han probado errores individuales en las visiones y profecías de los Santos. Juan Torells menciona tres tipos de estas manifestaciones y sus causas:

  1. La posibilidad de que una revelación real haya sido mal interpretada a causa de una falta de claridad. Santa Juana de Arco oyó una voz en el calabozo que le decía que "el Salvador" la ayudaría y que, "a través de grandes victorias ella obtendría la libertad", lo cual interpretó como su liberación del calabozo, lo cual nunca sucedió.
  2. Puede suceder que quien reciba una revelación no se percate de alguna condición importante y, con todo, entienda el mensaje en sentido absoluto. San Vicente Ferrer, en base a ciertas revelaciones suyas, profetizó el fin del mundo durante los últimos 21 años de su vida e incluso realizó milagros en confirmación a dicha profecía.
  3. No debe tratar de compararse visiones de eventos históricos con el curso de la historia al detalle, minuto a minuto, porque este tipo de revelaciones se refieren únicamente a lo global y esencial. Diversos místicos tuvieron desacuerdos acerca del número de clavos con los que Jesús fue clavado a la cruz y todos afirmaron igualmente haberlo visto (Santa Gertrudis, Santa Brígida, Santa Catarina de Siena).

Incluso en una visión auténtica, pueden ocurrir errores en relación a la imagen y el mensaje que transmite una persona. Es posible que los videntes inconsciente y accidentalmente conecten sus opiniones, deseos, las sugerencias de otros, las esperanzas o miedos de su ambiente, con el mensaje actual. Todo ello puede estar condicionado por las circunstancias del ambiente, los tiempos, el conocimiento teológico de los videntes así como por su temperamento, que se refleja particularmente en la manera de cómo transmiten el mensaje recibido. K. Rahner menciona el trozo de información que el pequeño Francisco en Fátima no siempre escuchó todo lo que la Santísima Madre dijo a los videntes, sino que sólo vio el movimiento de sus labios y esto no es considerado como un argumento en contra, sino por el contrario, un buen signo de la autenticidad de los pequeños videntes.

Quizá no sea dañino trazar un paralelo con los reportes del Nuevo Testamento acerca de las apariciones del Señor Resucitado. La visión que tuvieron las mujeres en la tumba de Jesús, Marco la describe como de "un joven vestido de blanco ropaje" (Mc 16,5). Mateo como "el angel del Señor" (Mt 28,2), y Lucas habla de "dos personajes con vestiduras resplandecientes" (Lc 24,4). Juan es quien más se acerca a él, al mencionar "dos angeles vestidos de blanco" (Jn 20,12). La ciencia bíblica ha descubierto en esos pasajes diversas intenciones teológicas de los evangelistas y las diferentes tradiciones que usaron, pero nosotros nos preguntamos, con esto ha sido dicho todo? Por qué los testigos del Señor Resucitado no reconocen inmediatamente a Jesús en él? Por qué el hecho de que "se apareció con otro aspecto" (Mc 16,12), una vez como compañero de viaje a quien no pueden reconocer porque "sus ojos estaban como deslumbrados" (Lc 24,16), otra como "espíritu" (Lc 24,37) o de nuevo como "un jardinero" (Jn 20,15). Los discípulos ven a Jesús regularmente pero no saben que es Jesús (Jn 21,4), hasta que comienza a hablar. Y entonces, tan pronto como lo reconocen, El desaparece delante de sus ojos. Consecuentemente, también aquí en base a la Revelación misma, no es el verlo correctamente lo más importante, sino el mensaje y la fe. El Resucitado permite que se le experimente, pero es obvio que en ninguna parte Se da totalmente al hombre.

Todo esto nos dice que las apariciones y visiones son generalmente una manifestación muy compleja, realmente difícil de describir, en la cual es difícil trazar la línea entre el suceso objetivo y la experiencia subjetiva de los videntes. Dios, incluso cuando se revela a los hombres de la manera más clara, permanece inexpresable - inefable.

Es por eso que, cuando surge la cuestión de algún tipo de revelación, permanecen siempre suficientes preguntas y ambigüedad. No podría ser de otro modo, porque el rol de la fe nunca puede ser reemplazado por cualquier clase de conocimiento. La Fe jugó el papel decisivo en el mensaje de la resurrección. También jugó ese mismo papel en visiones y revelaciones posteriores. Naturalmente, hay que mantenerse en guardia contra el extremismo y tener el cuidado de que no vayamos a entender este significado de la Fe en el sentido que sabemos que fue utilizado para reprochar al Cristianismo: "Un milagro es el niño más querido de la Fe!" Consecuentemente, no es la Fe lo que inventa milagros, sino que es la Fe como disposición incondicional a reconocer y aceptar la actividad sobrenatural de Dios. Por supuesto, debera complementarse también con los signos definitivos, objetivos que ofrece dicha manifestación y que caen dentro del criterio del discernimiento.

5. CRITERIOS RESPECTO A LA IGLESIA

No hay ninguna otra cosa que se aplique aquí además del antes mencionado "criterio para el discernimiento de espíritus" (1 Cor 12,10). El evangelista San Juan escribe así: "Queridos, nos os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. Podréis conocer en esto al espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne, es de Dios" (1 Jn 4,1-3; cf. 5,1-4). Ciertamente, este texto muestra una particularidad de la comunidad de Juan en la que la herejía del gnosticismo negaba la encarnación de Jesús, pero aún puede utilizarse como criterio general en el sentido de que articula el significado central de Jesucristo para la salvación humana. El lugar y el papel de Jesucristo en la vida de los fieles es también la cuestión de Pablo en Corinto, pero bajo un aspecto diferente. "Los corintios llenos de espíritu no tienen problema con las falsas doctrinas, sino con las maquinaciones demoníacas de los paganos", que se percibe directamente en la vida virtuosa de los individuos de la comunidad. Pero, tanto en el primero como en el segundo caso, dichos estímulos no pueden provenir del Espíritu de Dios sino sólo del Maligno.

En otro lugar más, el Apóstol habla de la autentificación de los dones, pero de nuevo bajo un aspecto diferente, esto es, con relación a su utilidad para edificar la comunidad (1 Tes 5,19-21; cf. 1 Cor 14). Mientras más contribuyen esos dones particulares a la edificación y fortalecimiento de la Iglesia, tanto más es seguro que son fruto del Espíritu; pero si derrumban la comunión, sólo pueden ser del Maligno. Naturalmente, aquí se cuestiona sólo una comunión real de Fe y caridad y no alguna clase de ideología. Es por eso que Pablo puede decir en otro lugar: "Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre vosotros" (1 Cor 11,19). Esto no es otra cosa sino una interpretación de las palabras de Jesús: "Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división" (Lc 12,51). La cuestión es el compromiso total con Jesús que algunos siempre reciben con rechazo.

Hay una advertencia más general para la vigilancia y sobriedad ( 1 Pedro 5,8) y es todo lo que el Nuevo Testamento tiene que decir acerca de esta delicada cuestión. No obstante, si bien no hay muchas palabras concretas, el Nuevo Testamento contiene algo que como un hilo rojo recorre todas sus escrituras y que presenta la condición para la actividad de Dios. Se trata de esa apertura y disponibilidad de aceptación en relación al Espíritu Santo y que encontramos en María. Esta apertura está fundada en la buena voluntad y disponibilidad para todo lo que El dará al hombre y pedira de él.

Aún más, la dimensión cristológica de la salvación que ha sido subrayada varias veces, debe ser también el criterio aquí. La cuestión crucial es, si alguna aparición particular nos acerca más a Cristo o nos aleja más de El. Si Cristo es hecho a un lado, no importa cuanto se desarrollen otras formas de devoción, habra que acercarse a dicha manifestación con escepticismo.

En otras palabras, mientras más cerca esté el mensaje de aquel que Jesús nos ofreció por medio del Nuevo Testamento, cuyo núcleo es el llamado a la conversión, más grande será la posibilidad de autenticidad. Ya hemos dicho que una revelación que provenga de una aparición privada puede ser simplemente de carácter inspirador, en relación ha lo que ya está contenido en la Revelación. Por tanto, es lógico que la escasez de contenido y la brevedad del mensaje deben tomarse como un signo positivo, especialmente si dicho mensaje aún así encuentra un eco positivo en el pueblo de Dios y produce frutos de conversión.

6. EL SIGNIFICADO TEOLOGICO DE LAS APARICIONES MARIANAS

Todo lo que se ha dicho en general sobre las apariciones es válido de un modo particular para las apariciones marianas, que son las más frecuentes. El Papa Paulo VI, hablando de la devoción a María hoy, subrayó que las devociones a la Virgen deben "mostrar claramente el lugar que Ella ocupa en la Iglesia". Todo lo que María es, lo es a causa de Cristo y Su Iglesia y, por tanto, no existe una sana devoción mariana que no lleve a Cristo y a edificar la Iglesia. Cómo hemos de colocar dentro de este contexto las apariciones marianas, tanto más frecuentes en los últimos dos siglos, y cómo hemos de evaluarlas? Es posible considerar esta manifestación sólo a la luz del ya mencionado rol único y lugar de María en la Iglesia. Es imposible considerarla separadamente, sólo por Ella misma. Con todo lo que Ella es, María es insertada en el plan de la salvación y Ella está en íntima relación con las realidades centrales de la salvación, Cristo como el Redentor y la Iglesia como la comunidad de los redimidos.

La santidad personal de María y su ministerio en el plan de la salvación no son dos cosas que vayan juntas tan solo por la concurrencia de las circunstancias, sino que representan un todo indivisible. K. Rahner lo expresó como la unión de la santidad personal y el apostolado que necesariamente surge de dicha santidad, por la cual María es "la representación oficial de la Iglesia de un modo excepcional". Esta conexión con la Iglesia no cesa incluso con la terminación de su vida terrena. En realidad, su preocupación por la Iglesia de su Hijo es aún más fuerte ahí donde, como el único miembro de la Iglesia, está ya ahora con su cuerpo glorificado, mientras que los demás están en camino [de alcanzar] ese estado y tienen necesidad de ser ayudados. T.sagi-Buni dice amablemente que también "en el texto del concilio la Asunción de María a la gloria celestial no se entiende como una partida y separación, sino más bien como el logro de posibilidades florecientes de continuar de un modo mayor su efectivo papel en la historia de la salvación, por supuesto, en una correspondiente relatividad con Cristo el Señor".

Las apariciones marianas ciertamente pertenecen a esas "posibilidades florecientes" y parecen ocupar un lugar especial entre ellas. Independientemente de su mensaje, tan solo por sí mismas tienen un significado teológico. Su manifestación misma es su primer mensaje. Y es que, en sí misma, proclama el misterio de la vida de María y muestra su rol en la historia de la salvación. Pero de nuevo, esto no sucede por María sino por la Iglesia. Al manifestar su gloria a nosotros, María nos revela nuestras propias posibilidades que el misterio de su Hijo Jesús nos ofrece. L. Scheffczyk dice: "Una aparición mariana de un modo realista personal coloca el entero misterio de María delante del vidente y a través de él también delante de los creyentes".

Consecuentemente, no es exagerado decir que una aparición mariana como tal, en sí misma, es el mensaje más grande a la Iglesia como un estímulo en su camino a la eternidad, pero también una obligación. Puesto que el tiempo de la Iglesia es escatológico y puesto que María es la única que no conoce esas tensiones escatológicas entre la salvación dada y con todo incompleta, debemos siempre considerar su actividad también en este contexto. "Esto siempre tendra un carácter retrospectivo que apunta hacia el misterio de Cristo, pero al mismo tiempo, se dirigirá también al futuro, hacia el cumplimiento. Es por eso que sus apariciones tienen una dimensión escatológica particular y una tendencia hacia el cumplimiento final de los tiempos". Esto no debe ser entendido en el sentido de un cumplimiento rápido y especialmente no de uno que pueda ser calculado con precisión.

Como aquella que de una vez y para siempre ligó su destino al destino de su Hijo y a través de él a la comunidad de los redimidos, María no puede permanecer a un lado mientras la Iglesia, junto con la creación entera "está en los dolores de parto" (Rom 8:22). Con su benevolencia maternal y amor, Ella transmite luz a la Iglesia en las tribulaciones de este mundo, luz que a la larga proviene de la de Cristo. Como ser humano, María sólo puede dar lo que Ella misma recibió y, por esa razón, sus apariciones tienen en esencia el carácter más de un ímpetu al corazón y la voluntad de los fieles a fin de incorporar la verdad reconocida de la Revelación en un tiempo particular y de un nuevo modo. Por tanto, sus apariciones siempre han encontrado más eco de respuesta en los corazones de los fieles que en las reflexiones de los teólogos. A la luz de la lógica y la dinamica de la salvación en la Iglesia, es totalmente comprensible que María sea el miembro más activo de la Iglesia, por lo cual es al mismo tiempo por la plenitud de su santidad el prototipo, la madre y el ideal final hacia el cual [la Iglesia misma] aspira.

Independientemente de la confusión inicial y los malos entendidos, todas las apariciones marianas han tenido una poderosa influencia en la vida de la Iglesia, comenzando desde la creación de nuevas formas de devoción a través de la renovación de la vida sacramental llegando hasta la profundización de la imagen de la Iglesia misma y del amor por ella. En vista de que la veneración a María no es realmente otra cosa sino "una forma de venerar el misterio de la Iglesia, que ve a María como su modelo y su forma totalmente cumplida de perfección". En su esencia, "La Iglesia no es otra cosa sino una copia de María. . ., una impresión viva de la imagen de María en la comunidad cristiana." Es por eso que las apariciones marianas no pueden ser simplemente una manifestación marginal para la Iglesia, sino un acontecimiento de sí misma y, por tanto, merecen la debida atención y apertura de la Iglesia.

Fr. Ivan Dugandzic

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REVELACIONES PRIVADAS Y MEDJUGORJE

El término revelaciones "privadas" desde hace bastante tiempo se ha hecho una costumbre en la teología. En contraste con la revelación pública. Sin embargo, una revelación pública sería la que es dada en la Biblia y privada la que es dada aparte de la Biblia. Consecuentemente, sería más justificado hablar de revelación bíblica y extra bíblica. Con todo, asignar mayor honor y significado a la [revelación] bíblica que a la otra no tiene realmente razón de ser. Y es que si ambas son auténticas, si ambas provienen de Dios, de acuerdo a su origen, ambas son divinas e igualmente valiosas. Ambas, la una y la otra, Dios pretende dirigirlas al pueblo y quiere que éste acepte a las dos. De otro modo, no habría razón para que El hablara del todo. Si existe alguna diferencia justificada entre ellas, no puede ser jamás en el sentido de que una obliga y la otra no. Ambas obligan. Porque a quien ha sido tocado por ellas y a quien ha alcanzado razones suficientes y la seguridad moral en relación a su autenticidad, ambas lo obligan igualmente.

La revelación contenida en la Biblia es llamada "canon", esto es, la regla de la Fe. La autenticidad de cualquier otra revelación se mide de algún modo de acuerdo a ella. Antes que nada, todo lo que sea contrario a esa revelación no sería auténtico, esto es, falso. Consecuentemente, la revelación bíblica provee una garantía de certeza y, en un modo negativo, que una revelación contraria es falsa. Aún más, la autenticidad de la revelación bíblica es garantizada por el Magisterio de la Iglesia al que Cristo concede el Espíritu Santo, a fin de preservar fielmente esa revelación e interpretarla infaliblemente. Para la revelación extra bíblica, el magisterio no tiene directamente esa autoridad, sino indirectamente. Esto significa que, si estableciera que una revelación extra bíblica es contraria a la bíblica, sería seguro que no es auténticamente divina del todo. Y es que, "aun cuando nosotros mismos o un angel del cielo os anunciará un evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema!" (Gal 1,8). Por otro lado, si el Magisterio de la Iglesia de algún modo llegara incluso a confirmar una revelación extra bíblica, no estaría uno obligado simplemente por eso a aceptarla como auténtica. Si uno tiene razones propias, debe aceptarla con fide divina. Pero si no tiene sus propias razones, puede rechazarla o dudar de ella. En este caso, la persona no está obligada fide catholica.

La historia de la Iglesia da testimonio de que siempre han habido revelaciones extra bíblicas. De acuerdo a su forma y estructura, son iguales a la revelación bíblica y están generalmente ligadas con apariciones o visiones. Usualmente era Jesús el que se aparecía, los Angeles y los Santos. Pero en tiempos recientes, es más frecuentemente la Santísima Virgen María [quien se aparece].

Las locuciones (audiciones) también están conectadas con visiones. Las más recientes apariciones de la Santísima Virgen en La Salette, Lourdes, Fátima y Medjugorje así lo confirman. Los videntes, además de ver a Nuestra Señora, también escuchan sus mensajes que generalmente llaman a la conversión, la oración -especialmente el rosario-y la penitencia. De ese modo, están tanto más orientadas hacia la renovación y el florecimiento de la vida de la Iglesia que a dar una nueva verdad de la Fe.

Nadie puede cerrarle la boca a Dios. El no ha terminado Su conversación ni Su revelación al pueblo. Esta sigue adelante continuamente, en la Iglesia y en el mundo, de diversos modos. El discurso de Dios, en un sentido más amplio, toma la forma de una visión o al menos nadie puede refutarlo. Por tanto, las revelaciones extra bíblicas no son sólo posibles sino actuales. El Espíritu de Dios que Cristo envía continuamente a la Iglesia recuerda a ésta las palabras de Jesús y la conduce a la verdad completa (Juan 16,13). El no lo realiza simplemente por medio de la jerarquía, sino también a través de carismas y de sus portadores porque la Iglesia no es sólo jerárquica sino también carismática. Es por eso que el Espíritu Santo no está atado a la jerarquía, sino viceversa. El es libre y sopla donde quiere. El da incentivos a la Iglesia y conduce a la Iglesia también a través de los carismáticos. Ni la jerarquía ni los carismáticos pueden usurpar para sí el derecho exclusivo de hablar y actuar en nombre del Espíritu Santo. Sus ministerios se originan en el mismo Espíritu y deben armonizarse. Así pues, ni la jerarquía ni la Iglesia pueden ser autocomplacientes e indiferentes hacia las visiones, apariciones y revelaciones. La jerarquía no sólo debe no rechazarlas y tampoco simplemente tolerarlas, sino que debe aceptarlas y fomentarlas también. De otro modo, estaría rechazando al Espíritu mismo.

La visión y la revelación pertenecen al carisma profético, del cual la Iglesia no puede carecer y esto, no porque sea necesaria una nueva doctrina o verdad después de la revelación bíblica, sino porque es necesaria una nueva luz, un mejor entendimiento de esa misma doctrina o verdad y, especialmente, porque se requiere una nueva orientación e ímpetu para la actividad humana.

Una postura crítica hacia la revelación extra bíblica se ha manifestado en menor o mayor medida a lo largo de toda la historia. Con el comienzo de los tiempos modernos, se han iniciado debates más grandes y más numerosos acerca de ellas. Según los mismos, el mejor signo de autenticidad de una revelación y visión extra bíblica es su concordancia con la revelación bíblica. Se afirma, que el contenido de una revelación extra bíblica, que sobrepasa las capacidades de los videntes, habla mucho a su favor. En ello, juega un papel importante la salud mental y física del sujeto. La santidad personal y el estado de gracia contribuyen a su autenticidad, si bien no son indispensables. En principio, incluso grandes defectos morales no son un obstaculo para la autenticidad de la revelación. El heroísmo moral del sujeto de la visión contribuye positivamente a la autenticidad de la verdad. En ello, atendiendo a las circunstancias, los errores que la acompañan también significan algo, si bien no son necesariamente considerados como un criterio negativo. Estos criterios internos son acompañados por los externos: milagros y aprobación de la Iglesia. El involucramiento en alguna cuestión controversial y los asuntos políticos habla en contra de la autenticidad de la visión porque las visiones sirven al reino de Dios y no a la curiosidad o a algún propósito enteramente de este mundo.

Las revelaciones extra bíblicas, en general, no implican nuevas verdades, sino quizá simplemente un mejor reconocimiento de las verdades bíblicamente reveladas y cuanto más, ciertamente, la demanda de una mejor y más urgente aplicación de la revelación bíblica en alguna postura particular de la Iglesia o de grupos individuales dentro de ella. En general, pretenden inspirar a la gente a la Fe y la conversión y de ese modo, conducirlas a la salvación. Son más bien peticiones e incentivos más que aserciones. Su propósito es orientar el comportamiento del pueblo hacia Dios. En este sentido, Santo Tomás de Aquino dice: "Cuando no haya más revelaciones, la gente se quedará sin guía" (Summa II-II. q. 174 a.6). Esta es la razón de que siempre haya habido profetas en la Iglesia que efectivamente no proclamaron una nueva doctrina, sino que dieron una orientación a la actividad humana. El mismo Santo Tomás de Aquino subraya: "La revelación es dada para beneficio de la Iglesia" (Summa II-II. q. 172 a.4). Nos llama a una vida cristiana más auténtica y señala la necesidad y los medios que son de más alta prioridad. Es la respuesta del cielo a cuestiones particulares de los tiempo y de este modo, ayuda más que cualquier empeño intelectual y teológico.

Puesto que las revelaciones extra bíblicas son extraordinarias y llamativas, generalmente provocan mayor atención que la proclamación ordinaria de las verdades bíblicas y las directrices de la Iglesia y actúan como terapia de choque. Es bien sabido que las apariciones en Lourdes, Fátima y Medjugorje han intensificado la devoción y han despertado la vida espiritual alrededor del mundo. Han contribuido en gran medida a la renovación de la confesión y la reverencia por la Eucaristía.

Un énfasis demasiado grande en alguna revelación extra bíblica en vez del Evangelio no sería saludable ni normal. La revelación bíblica tiene preferencia pero la extra bíblica no debe ser rechazada, simplemente porque también proviene de Dios y porque con ella, Dios quiere decir algo al hombre. Es por eso que en ambos casos la palabra de Dios obliga.

LAS APARICIONES Y VISIONES DE MEDJUGORJE

Desde el 24 de Junio de 1981 hasta el día de hoy, seis videntes en Medjugorje, Ivanka Ivankovic-Elez, Mirjana Dragicevic-Soldo, Vicka Ivankovic, Marija Pavlovic-Lunetti, Ivan Dragicevic y Jacov Colo, afirman unánimemente que Nuestra Señora se les aparece. Ellos aún la ven diariamente, excepto Ivanka y Mirjana, quienes todavía la ven una vez al año, Ivanka en el aniversario de las apariciones y Mirjana en su cumpleaños. Ya desde el principio de las apariciones, se intentó de diversas maneras obtener la aprobación de la autenticidad de estas apariciones y visiones. Adicionalmente a la persistente afirmación de los videntes, se pretendió, de un modo más o menos científico y teológico, llegar a pruebas objetivas de la autenticidad de las apariciones. Incluso desde los primeros días, el régimen comunista de ese tiempo, el cual debido a motivos ideológicos y ateos se oponía a la notoriedad de las apariciones de Nuestra Señora, trató primero que nada a través de los médicos en Citluk y Mostar de probar el dicho de que las apariciones eran una trampa infantil común y el dicho de niños insanos. Cuando los médicos establecieron que los niños estaban completamente sanos, los comunistas integraron una comisión de doce médicos y siquiatras a quienes simplemente ordenaron declarar a los niños mentalmente enfermos. Resulta significativo que, a pesar de la presión, los miembros de la comisión no lo hicieron porque era obvio que los niños eran saludables.

Después de eso, numerosas otras comisiones oficiales y no oficiales siguieron sucesivamente. Trataron de llegar a la verdad de la aparición con mayor imparcialidad. Una excepción fueron las dos comisiones constituidas por el Obispo local, Pavao Zanic. El no pidió a dichas comisiones que estudiaran el fenómeno Medjugorje, sino que confirmarán su propia opinión negativa que, tomando en cuenta las propias apariciones, no tenía sustento en absoluto. A fin de asegurar el "resultado" de la investigación, él se nombró a sí mismo presidente de la comisión y dispuso que [los miembros] pensaran y hablaran lo que él mismo, sin base alguna en la verdad, pensaba y hablaba. Las demás comisiones, a diferencia del Obispo Zanic y las instancias creadas por él, examinaron a los videntes y los hechos de Medjugorje, echando mano de expertos. Puesto que la Congregación para la Doctrina de la Fe, encabezada por el Cardenal Joseph Ratzinger, rechazó los "resultados" de las comisiones del Obispo Zanic como incompetentes e infundados, ésta ordenó a la Conferencia Episcopal Yugoslava establecer su propia comisión para hacerse cargo con más seriedad de las apariciones de Medjugorje. Aún cuando esa comisión no investigó más seriamente estas apariciones, no obstante, se comportó de manera más responsable hacia ellas. Al menos, no afirmó que las apariciones no son auténticas sino que encontró una solución salomónica y declaró que aún no había arribado a pruebas reales de la sobrenaturalidad de las apariciones. Dicha postura fue también aceptada por la Conferencia Episcopal Yugoslava. Debido a la convicción cada vez más generalizada de que las apariciones son auténticas y, especialmente, a causa de los excepcionales dones espirituales al mundo entero relacionados con las apariciones, se sintió no obstante compelida a aceptar a Medjugorje como santuario y asumir un mayor cuidado del correcto desarrollo de la devoción y la adecuada provisión de las necesidades espirituales de los peregrinos de Medjugorje.

Las apariciones de Medjugorje fueron examinadas con la mayor competencia y pericia por parte de la comisión científico teológica ítalo/francesa "sobre los sucesos extraordinarios que están teniendo lugar en Medjugorje". En su investigación, la asamblea de diecisiete renombrados científicos, médicos, siquiatras y teólogos llegó a 12 conclusiones el 14 de Enero de 1986 en Paina, cerca de Milán.

  1. En base a los examenes sicológicos, en todos y cada uno de los videntes es posible excluir con seguridad un fraude o engaño.
  2. En base a los exámenes médicos, pruebas y observaciones clínicas etc. es posible excluir en todos y en cada uno de los videntes alucinaciones patológicas.
  3. En base a los resultados de investigaciones previas, es posible excluir en todos y cada uno de los videntes una interpretación puramente natural de estas manifestaciones.
  4. En base a la información y las observaciones que pueden documentarse, existe una correspondencia entre estas manifestaciones y las que generalmente se describen en la teología mística.
  5. En base a la información y las observaciones que pueden documentarse, es posible hablar de avances espirituales y avances en las virtudes teológicas y morales de los videntes, desde el principio de estas manifestaciones hasta el día de hoy.
  6. En base a la información y las observaciones que pueden ser documentadas, es posible excluir enseñanzas o comportamientos de los videntes que estarían en clara contradicción con la Fe y la moral cristianas.
  7. En base a la información y las observaciones que pueden documentarse, es posible hablar de buenos frutos espirituales en personas atraídas por la actividad sobrenatural de estas manifestaciones y en la gente favorable a ellas.
  8. Después de más de cuatro años, las tendencias y diversos movimientos que se han generado a través de Medjugorje, como consecuencia de estas manifestaciones, influyen en el pueblo de Dios y en la Iglesia en completa armonía con la doctrina y la moral cristianas.
  9. Después de más de cuatro años, es posible hablar de frutos permanentes y objetivos de los movimientos generados por Medjugorje.
  10. Es posible afirmar que todas las buenas iniciativas espirituales de la Iglesia, que están en total armonía con el auténtico magisterio de la Iglesia, encuentran sustento en los eventos de Medjugorje.
  11. En consecuencia, se puede concluir que después de un examen más profundo de los protagonistas, de los hechos y de sus efectos, no sólo a nivel local sino también respecto a acordes de respuesta en la Iglesia en general, sería bueno para la Iglesia reconocer el origen sobrenatural y, por medio de ello, el propósito de los eventos en Medjugorje.

Hasta ahora, se trata de la investigación más concienzuda y completa del fenómeno Medjugorje y, por esta misma razón, es lo más positivo que hasta ahora se ha dicho acerca de él a nivel científico teológico.

Adicionalmente, un trabajo muy serio para examinar a los videntes fue también realizado por un equipo francés de expertos encabezados por el Sr. Henrio Joyeux. Utilizando el equipo y maquinaria más modernos, él examinó las reacciones internas de los videntes antes, durante y después de las apariciones así como su sincronización ocular, auditiva, cardíaca y cerebral. Los resultados de dicha comisión fueron muy significativos. Mostraron que el objeto de observación es externo a los videntes y que permite excluir cualquier manipulación del exterior y cualquier acuerdo mutuo entre los videntes Los resultados de los encefalogramas individuales y de las demás reacciones han sido reunidos y elaborados en un libro especial (H. Joyeux -R. Laurentin, Etudes médicales et scientifiques sur les apparitions de Medjugorje, Paris 1986).

Los resultados de la comisión arriba mencionada, han confirmado las conclusiones de la comisión internacional y, por su parte, prueban que las apariciones son un fenómeno que sobrepasa la ciencia moderna y que todo apunta hacia otro nivel.

Por lo que se refiere al examen científico de las apariciones de Medjugorje, es importante recordar que, en la historia de las apariciones, ninguna de ellas ha sido jamás estudiada científicamente tan amplia y minuciosamente como las de Medjugorje. Cuando se comparan los estudios de Lourdes y de Fátima con los de Medjugorje, se nota que casi no existe similitud entre ellas. Tampoco los demás videntes fueron tan minuciosamente examinados; esto no era posible con tal certidumbre y éxito a causa del nivel inferior de la ciencia y la falta de aparatos técnicos en aquellos tiempos. Es aún más significativo recordar que en Lourdes fue una sola vidente, Bernardita Soubiruó, tres en Fátima y seis en Medjugorje. La manipulación es mucho más fácil con un solo vidente que con varios. De igual modo, una confirmación de grupo es más valiosa que una individual. De Bernardita se dijo que era de salud delicada sicológica y físicamente. En cuanto a los videntes de Medjugorje, se ha establecido una salud adecuada. Si a esto agregamos las cualidades morales positivas y la uniformidad de los testimonios, no se encuentran dudas significativas de que las apariciones, de las cuales los videntes dan testimonio, sean verdaderamente sobrenaturales y dignas de fe.

También el contenido de los mensajes de Medjugorje lo confirma. Además de los cinco mensajes principales, en los cuales concuerdan los videntes, a través de Marija Pavlovic, la Virgen da mensajes especiales para el mundo entero. Si bien son numerosos, en ninguno de ellos ha podido encontrarse algo que sea contrario a la doctrina cristiana y a la Fe. Por el contrario, junto con los mensajes principales, integran un verdadero tesoro de teología práctica y manuable, a un nivel que hoy en día no obtendrían ni siquiera el 80% de los sacerdotes. Todo esto tiene mayor significado cuando se piensa que la vidente Marija, al igual que el resto de los videntes, es una creyente absolutamente promedio que no ha podido frecuentar regularmente el catecismo y mucho menos adquirir una educación teológica práctica. Las acusaciones falsas del Obispo y de algunos otros opositores de Medjugorje, según las cuales los frailes escriben los mensajes, habla en favor de su excepcional contenido. Contribuyen igualmente a confirmar su carácter extraordinario.

MILAGROS

Desde un principio, las apariciones de Medjugorje estuvieron acompañadas de fenómenos inusitados, tanto en el cielo como en la tierra, especialmente por curaciones milagrosas. Yo mismo, junto con cerca de mil peregrinos, experimenté una excepcional danza del sol. Dicha manifestación fue tan inusual y evidente que todos, sin excepción, la clasificaron como un milagro. Ninguno de los presentes permaneció indiferente, de lo cual me convencí personalmente al interrogar a todos los que estaban ahí. El gozo, las lagrimas y las afirmaciones de los presentes lo confirmaron fuertemente. De sus palabras podía inferirse que ellos entendían esa manifestación como una confirmación de la autenticidad de las apariciones y como un incentivo para responder a los mensajes de Medjugorje, aceptándolos. Y éste es el propósito real de los milagros: ayudar a la gente a creer y a vivir por la Fe, porque [los milagros] están al servicio de la Fe y de la salvación del pueblo.

En cuanto a los milagros luminosos en Medjugorje, un profesor que trabaja en Viena, experto en este campo, admitió que durante una semana estudió dichos fenómenos en Medjugorje. Al final me dijo: "La ciencia no tiene respuesta para estas manifestaciones". Si bien el juicio sobre los milagros no depende de la ciencia natural o de la ciencia en general, sino sobre todo de la teología y la Fe, esto es muy importante porque donde la ciencia no alcanza a llegar, entra la Fe. Es muy significativo el hecho que muchos acontecimientos hayan sido captados por los fieles como auténticos milagros. Ellos han captado su significado y, ya sea que los hayan experimentado directa o indirectamente, se han sentido obligados a aceptar los mensajes de Medjugorje. Es difícil decir con precisión cuántos de estos eventos milagrosos se han verificado como una consecuencia de las apariciones de Medjugorje. Sin embargo, es bien sabido que varios cientos de ellos han sido reportados y confirmados. Muchos han sido concienzudamente examinados y elaborados científica y teológicamente, y no existe razón seria alguna para dudar su carácter sobrenatural. Basta mencionar tan solo unos cuantos.

La Señora Diana Basile, nacida el 5 de Octubre de 1940 en Platizza, Consenza, Italia, sufrió de esclerosis múltiple, enfermedad por otro lado incurable, desde 1972 hasta el 24 de Mayo de 1984. A pesar de la ayuda experta de profesores y médicos de una clínica de Milan, su enfermedad se agravó más y más. Por deseo propio, vino a Medjugorje y estuvo presente durante la aparición de Nuestra Señora en una habitación aledaña a la iglesia y fue curada repentinamente. Todo ello sucedió de una manera tan rápida y completa que al día siguiente, la misma mujer caminó descalza 12 kilómetros desde el hotel en Ljubuski, donde pasó la noche, a la Colina de las apariciones para dar gracias a Nuestra Señora por su curación. Desde entonces hasta hoy, ha seguido bien. A su regreso a Milan, los médicos estaban asombrados de su curación e inmediatamente integraron una comisión médica que debía examinar concienzudamente tanto la condición previa como la actual de la mujer sanada. Reunieron 143 documentos y, al final, 25 profesores, médicos en jefe y otros médicos escribieron un libro especial sobre la enfermedad y la curación, en el cual afirmaron que Diana Basile en efecto sufría de esclerosis múltiple, que por muchos años fue tratada sin éxito, pero que ahora está completamente curada y que esto no sucedió por alguna clase de terapia, ni por algún medicamento. De este modo, indicaron que la causa de la curación tenía un origen diferente que el científico.

Otro milagro más significativo le sucedió a Rita Klaus de Pittsburgh, Pensylvania, EU, maestra y madre de tres hijos, nacida el 25 de Enero de 1940, quien durante 26 años sufrió de esclerosis múltiple. También ella era alguien a quien ni los médicos ni la medicina fueron capaces de ayudar. Leyendo el libro sobre Medjugorje, "La Virgen María se aparece en Medjugorje?" de los autores Laurentin-Rupcic, ella decidió aceptar los mensajes de Nuestra Señora. Y una vez, cuando rezaba el rosario el 23 de Mayo de 1984, sintió en su interior un calor inusitado. Después de ello se sintió bien. Y desde entonces hasta hoy, la paciente está completamente bien y es capaz de realizar todas sus tareas en domésticas y su trabajo en la escuela. Existe una sólida documentación médica acerca de su enfermedad y la fútil terapia así como un certificado profesional de los médicos sobre su extraordinaria e inexplicable curación, la cual es total y permanente.

Hay aún más curaciones relacionadas Medjugorje que tuvieron lugar intempestivamente y de manera absoluta. Han sido examinadas cuanto más cuanto menos por peritos. Pero algunas de ellas no han sido analizadas del todo. No se descarta que entre ellas existan algunos casos tan grandes como los ya estudiados. En los milagros es crucial que se deriven de Dios y que sirvan a la Fe, mientras que no es importante que sean "grandes". Y la gente de buena voluntad está más abierta a la verdad que pueda reconocerlos, que los científicos prevenidos y críticos versátiles, porque éstos a menudo se encierran en esquemas donde un milagro "no debe" y "no puede" suceder.

EL JUICIO DE LA IGLESIA SOBRE LAS APARICIONES DE MEDJUGORJE

Puesto que las apariciones, visiones y mensajes de Medjugorje pertenecen a la revelación extra bíblica, la competencia de la Iglesia para juzgar su autenticidad es de cierto modo diferente que en la revelación bíblica. El Magisterio de la Iglesia tiene una garantía directa de infalibilidad sólo en relación a la revelación bíblica y sólo una garantía indirecta respecto a una revelación extra bíblica. Si la segunda fuese contraria a la bíblica, con toda seguridad sería falsa. En otros casos, existen otros criterios según la veracidad que se pueden atribuir a ciertas revelaciones sobrenaturales. Estos criterios son primeramente condiciones científicas. Algo que es falso según la razón, no puede ser auténtico en una revelación. Con relación al trabajo serio y experto de científicos en lo individual, en primer lugar, de la comisión internacional médico/teológica y de otros equipos científicos calificados, se ha establecido claramente que en las apariciones de Medjugorje no hay nada contrario a la ciencia. No son contrarias a la razón, sino que están por encima de la razón. De igual modo, ni una sola de las comisiones teológicas ha encontrado algo en las apariciones de Medjugorje que pudiera ser contrario a la Fe. Incluso la última comisión, establecida por la Conferencia Episcopal Yugoslava, declaró únicamente que todavía no ha llegado a las pruebas necesarias para la sobrenaturalidad de las apariciones de Medjugorje y que, por tanto, continuará con mayores investigaciones. A través de ello confirmó, al mismo tiempo, que no encontró en ellas cosa alguna que sea contraria a la revelación bíblica y a la Fe. Cuando Dios da una revelación, bíblica o extra bíblica, siempre da la capacidad a la persona de reconocerla o al menos de tener la certeza moral de que dicha revelación es auténtica. Es muy importante que la gente sencilla haya reconocido fácilmente la revelación de Dios en el fenómeno Medjugorje y que la haya aceptado, no sólo en teoría sino también en su vida práctica. La palabra de Cristo se hace verdad aquí: "Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de Dios" (Mt 18,3). La cualidad propia de un niño es, primero que nada, la apertura a la verdad. Por otro lado, incluso quienes se rehusan a aceptar la veracidad de las pruebas de Medjugorje, sin saberlo la aceptan porque su postura y sus argumentos muestran que las pruebas provienen de otra area de interés más que de Medjugorje. Adicionalmente, los oponentes de Medjugorje son, a este respecto, un puñado de gente identificada. Sus argumentos consisten en engaños, mentiras e ignorancia de lo que de cualquier modo están juzgando. En contraste con ellos, están millones de personas que tienen las pruebas de la autenticidad de las apariciones de Medjugorje incluso en su experiencia personal con Dios y también en la obvia falta de argumentos contra las mismas. Aquí podemos hablar del sensus fidelium que es comúnmente un locus theologicus de la revelación y de la Fe. Los evidentes y abundantes frutos de la Fe, conversión, oración y de una profunda renovación espiritual de la Misa, dan un impulso especial a las pruebas en favor de las apariciones de Medjugorje. Incluso los opositores de Medjugorje no pueden cuestionar esto. Lo atribuyen a la Fe y no a las apariciones de Medjugorje. No tienen dudas de que se trata de frutos de la Fe. Por qué dichos frutos son insólitos y por qué están claramente ligados a Medjugorje? Por qué no se encuentran en otros lugares ni en otros santuarios o catedrales, lugares ordinarios de peregrinación? La cuestión está precisamente en que lo extraordinario y la gran multiplicidad de los frutos de Fe deben tener una razón propia. A este respecto, los oponentes se comportan como los judíos que atribuían el arrojar fuera a los demonios de Jesús a Belcebú y no a Jesús. Cuando no pudieron negar el hecho porque era obvio, negaron su verdadera causa.

En todo este asunto, adicionalmente al criterio evangélico de que al buen árbol se le conoce por sus buenos frutos, la postura del Papa es decisiva. Y ésta es absolutamente clara. El la ha expresado en diversas oportunidades cuando, al ser preguntado por muchos obispos si deben o no ir en peregrinación a Medjugorje, no sólo los ha alentado sino también se ha encomendado a sus oraciones en Medjugorje. En ocasión de su visita ad limina , el Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, el Arzobispo Kim, saludó al Papa Juan Pablo II con estas palabras: "Santo Padre, gracias a Ud., Polonia pudo ser liberada del comunismo". El Papa lo corrigió y le dijo: "No, no gracias a mí, es obra de la Virgen como lo afirma en Fátima y en Medjugorje" (Catholic News, The Korean Catholic Weekly, Noviembre 11 de 1990). Todo está contenido en lo que el Papa y la Iglesia dicen sobre las apariciones de Medjugorje. De ello se desprende que la Virgen está en Medjugorje y que ahí anunció la destrucción del comunismo. Todas las demás historias son bastante carentes de seriedad y por razones ajenas a la religión, pretenden oscurecer la verdad sobre Medjugorje y apartar al mundo de la aceptación de los mensajes evangélicos de la Virgen.

Fr. Ljudevit Rupcic

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EL ROL DE LOS VIDENTES
(bíblico e histórico)

INTRODUCCION

Reflexionando sobre este tema, me vienen a la mente las palabras de San Juan: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, - pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna... - lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros". (1 Jn 1,1-3)

Juan habla claramente de la visión, él es uno de los videntes de Dios. Sus palabras muestran las características esenciales de un vidente:

a) ver - oír, significa recibir;

b) ver la acción de Dios en Cristo, en la historia de la salvación;

c) dar testimonio, significa transmitir aquello que se ha recibido;

d) entrar en el misterio de Cristo, edificar a la persona y la comunidad.

a) Recibir de Dios - puede realizarse a diferentes niveles:

  • el nivel natural de la recepción de los mensajes de Dios a través de la naturaleza (revelación natural);
  • la recepción sobrenatural normal de los dones de Dios a nivel de las virtudes teologales (a través de la Fe, la esperanza, la caridad);
  • la recepción sobrenatural extraordinaria de las manifestaciones de Dios en la vida mística;
  • la recepción sobrenatural extraordinaria de las revelaciones de Dios de tipo carismático, cuando Dios revela alguna cosa a alguien para la edificación del pueblo de Dios.

En nuestro caso, se trata de la última, en cuanto a que el Señor revela alguna cosa a alguien para que lo transmita a los demás y a la comunidad eclesial para su edificación. Juan estaba inmerso de modo particular en el misterio de Cristo y veía aquello que los demás, sus contemporáneos, no veían!

(En este punto sería bueno recordar el debate entre los teólogos, justificado y bien fundado, sobre la diferencia entre visión y aparición. La visión, en el sentido estricto, puede resultar de la contemplación interior, dada por Dios, o bien, en un sentido amplio, que puede venir del exterior y entonces es una aparición. En nuestro caso, considero que esto no modifica la esencia del tema y por tanto, no vamos a sumergirnos en ello.)

b) Es necesario reconocer y recibir la actividad salvífica en nosotros, en la Iglesia, en el mundo, en la historia de la salvación: Juan la remite nuevamente a Jesucristo.

c) El testimonio o la transmisión de lo que se ha recibido, en nuestro caso, se hace posible a partir del testimonio de la palabra de Juan, pero se puede realizar de múltiples maneras; volveremos a este argumento más tarde.

d) El testimonio de Juan tiene el propósito de incitar a creer y de introducir en el misterio de Cristo. Cfr. el final del Evangelio de Juan que reconfirma esto: "Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre." (Jn 20,31).

El ejemplo de Juan nos sirve para subrayar los elementos esenciales del rol de los videntes, que puede ser examinado en su evolución bíblica y eclesial. Tomemos conciencia, entonces, de su complejidad y de su capacidad, entrelazada en la psicología humana, en la sociedad, como en las intervenciones de Dios en la historia.

Examinemos estos dos elementos, para poder clarificar la situación actual a través de ellos.

I. PANORAMA BIBLICO E HISTORICO

El Antiguo Testamento: Abraham, Moisis, los profetas

El A.T. nos ofrece numerosos ejemplos para reflexionar acerca del rol de los videntes, iniciando con Abraham, Moisés, Samuel y numerosos profetas.

El ejemplo de Moisés es particularmente rico y adecuado para subrayar los elementos de este rol:

  • Moisés encuentra a Dios en una zarza ardiente;
  • escucha Su palabra que proviene de la zarza, de la nube, del cielo (Ex 1,2-3);
  • empieza a conocer la historia de Israel bajo una nueva luz; viene a conocer las promesas hechas a los padres;
  • escucha la promesa de la liberación;
  • debe transmitir todo esto a su pueblo; debe conducirlo fuera del país de la esclavitud;
  • guía al Pueblo de Dios desde Egipto a través del desierto; por medio de él, el Señor concluye la alianza con Su pueblo;
  • recuerda la Alianza a Israel, lo estimula, lo alienta, lo reprende y lo amenaza, consuela al pueblo en la dificultad, sana sus heridas en el nombre de Dios.

Entre los profetas, podemos mencionar a Jeremías, cuya historia, turbulenta y dolorosa, es descrita en el pasaje de su llamado y de sus confesiones, a través de sus experiencias, a veces de amar, y sus luchas al servicio del Mensaje de Dios (cfr. Jr 1,4-19; la vocación de Jeremías, Jr 20,7-18; las "Confesiones" de Jeremías.)

Según el ejemplo de Moisés, los profetas que recibieron la Palabra de Dios, serían videntes (de lo cual se deriva su nombre roeh , que significa vidente). Dios les revelará sus secretos, como a sus amigos. Estos secretos estarán en sintonía con los planes de salvación. Ellos deben transmitirlos al pueblo de Dios, para ayudarlo así, en su alianza con Dios, en su vida con Dios. Si el pueblo es pecador, para que se convierta; si es justo para que se vuelva aún más justo, si está desalentado para armarse de valor; si está en la tristeza y en las tinieblas para que reciba la consolación y la luz...

El Nuevo Testamento: Jesús, María, Isabel, Simón, los Apóstoles

Aún cuando Jesús es la fuente y el arquetipo de toda mediación entre Dios y los hombres, siendo El el único mediador, en nuestro caso, no es útil examinar Su ejemplo. Se distingue de cualquier otro mediador del Antiguo y Nuevo Testamento, esencialmente por los siguientes puntos:

  • El mira al Padre cara a cara y lo revela, El es la LUZ DEL MUNDO y todos los demás mediadores son sólo un reflejo. El es la PALABRA DEL PADRE y todos los demás son solamente Su voz o Su eco, como Juan el Bautista...
  • Existe, entonces, una diferencia fundamental entre Jesús y los otros videntes: El es la FUENTE de la luz, los demás son sólo un reflejo, un espejo; El es la PALABRA y los demás la voz, los altoparlantes. De ahí, pues, que nos dediquemos a examinar a otras figuras del Nuevo Testamento.

La Virgen María es una vidente:

  • Ella recibe el anuncio de parte del angel Gabriel; recibe la Palabra de Dios del Espíritu Santo y se convierte en la Madre de Dios;
  • inicia el viaje de prisa al servicio de la redención;
  • transmite la gracia de su Hijo a Isabel y al hijo de ésta, Juan;
  • en el MAGNIFICAT, expresa la alabanza a Dios y anuncia a Isabel y a todos nosotros también toda la magnificencia de Dios.

Su rol de "vidente" es muy simple dentro de su más grande sublimidad: simple como el rol de la madre que concibe un niño, que lo sirve, lo lleva, lo nutre y lo educa y -cuando se hace adulto- lo da a los demás!

Pienso que el ejemplo de María es muy importante porque Ella, en la historia de la Iglesia, muchas veces se aparece a los videntes:

  • de ahora en adelante seremos todos nosotros a quienes, necesitados de ayuda, Ella viene a socorrer con la misma prisa con la que atravesó las colinas de Judea para socorrer a su prima Isabel;
  • nos trae al Salvador, porque Ella es Su Madre;
  • Lo revela en las palabras del Magníficat: ahí se ve la acción del Salvador en los pequeños, los pobres, los rechazados;
  • anuncia que la historia de la salvación se ha realizado en Israel y, en general, en el pueblo de Dios!

Examinemos también el Apocalipsis de Juan, que con sus visiones revela el estado de las siete Iglesias del Asia Menor (Ap 1-3) y contempla el combate final que se efectúa entre Dios y Satanas por el hombre (Ap 4-20). Encontraremos ahí estas características fundamentales:

  • la realización, la observación de la condición en la que se encuentra una Iglesia particular;
  • el llamado a la conversión, a la fidelidad, para que sea consolada, corregida;
  • para que sea introducida a los frutos de la redención;
  • un camino efectivo hacia la salvación;
  • la contemplación de las grandes luchas del fin de la historia de la humanidad;
  • el descubrimiento de la gravedad del pecado, de la fuerza del mal e igualmente de la fuerza de Dios, de Su acción salvífica y del papel de los angeles de Dios;
  • la victoria final de Dios.

Podemos concluir esta breve panorámica sobre el rol del profeta-vidente en la Biblia, a través de las palabras de San Pablo: "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena." (2 Tim 3,16-17).

El rol de la Sagrada Escritura y de quien la transmite es claramente subrayado:

  • su utilidad para corregir y hacer crecer,
  • el crecimiento en las obras de caridad en vista de la perfección.

El mensaje de Dios y también el rol de los videntes, está al servicio de la vida:

  • pongo ante ti la vida con el bien, la muerte con el mal; elige entonces la vida para que vivan tú y tus hijos! (cfr. Dt 30,15-19)
  • Jesús viene para darnos vida, la plenitud de la vida (cfr. Jn 10,10);
  • de ahí que Juan escriba su Evangelio - a fin de que tengamos vida a través de la Fe (cfr. Jn 20,31);
  • de ahí que Jesús envíe a los apóstoles al mundo entero, para anunciar la Buena Nueva y bautizar a todas las naciones (Mt 28,19), para que se conviertan en hijos de Dios con el Bautismo, para que tengan la vida de Dios en sí mismos y tengan parte del Reino de Dios (cfr. Jn 3,5).

II. A LO LARGO DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA

En el A.T. y en el N.T., la economía de la Salvación se sirve de mensajeros de Dios: ángeles, profetas, videntes, apóstoles. Podemos esperar entonces que el Señor actúe de modo similar en el curso de la historia de la Salvación.

De hecho, vemos como en cada época de la historia, Dios habla a través de videntes para revelar Su voluntad.

Con respecto a la historia más reciente, mencionemos a la vidente Margarita María Alacoque de Paray-le-Monial, Bernardita de Lourdes y los videntes de Fátima, Lucía, Francisco y Jacinta. La Iglesia ha reconocido que dichas apariciones son auténticas.

Con el ejemplo de Santa Margarita María, vemos que el Señor llama a vivir el misterio del amor de Su Divino Corazón. Las revelaciones que El le transmitió, no fueron aceptadas inmediatamente, habiendo encontrado oposición entre los eclesiásticos. Unicamente más tarde, la Iglesia aceptó la parte esencia de esos mensajes y, partiendo de la revelación bíblica, aconsejó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús (cfr. Pmo XII, Haurietis aquas de fontibus Salvatoris). Este caso denota que los videntes no agregan nada a la Revelación ya dada, sino que remiten a la ya conocida, la recuerdan, a fin de que sean un impulso a una vida cristiana más profunda!

En Bernardita y en los videntes de Fátima, notamos los siguientes hechos:

  • son niños sin educación, incapaces de inventar los mensajes de los que hablan; por tanto, han recibido los mensajes de la Virgen;
  • los transmiten a los hombres;
  • los transmiten a los pastores de la Iglesia;
  • los viven en su propia vida;
  • al transmitir los mensajes de la Virgen, encuentran dificultades por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas;
  • se reconoce finalmente la autenticidad de sus mensajes (en su vida, en la coherencia de los mensajes respecto a la Sagrada Escritura, en los frutos que portan sus vidas, en los signos milagrosos que acompañan estos mensajes).

Rol de los videntes

Con el fin de subrayar el rol de los videntes -éste es nuestro tema- podemos recordar:

  • la recepción de los mensajes,
  • el anuncio de los mensajes,
  • la puesta en práctica de los mensajes.

a) El rol de los videntes en la "recepción" de los mensajes

La filosofía reconoce el principio de que según el cual todo aquello que se recibe, es recibido conforme a quien lo recibe.

Esto explica claramente que los niños y los adultos, los hombres y las mujeres reciben de modo diferente los mensajes, según la cultura y la época. (El Señor anuncia el mismo mensaje pero de manera diversa a un africano y a un europeo, en el medioevo o en nuestros días.) Dios elige el "lenguaje" que el receptor podra comprender: un niño, un adulto, un hebreo, un cristiano, un europeo, un africano; el hombre que conoce la ciencia y el mundo del medioevo, el hombre de nuestro tiempo que conoce la visión moderna del mundo y de la historia.

Es suficiente para nosotros haber mencionado este argumento.

b) El rol de los videntes con relación al "contenido" de los mensajes

El analisis de los mensajes recibidos por los videntes de Lourdes, Fátima, etc. (en la historia de la Iglesia) muestra que:

  • ellos transmiten simplemente mensajes ya contenidos en la Revelación;
  • transmiten sólo algunos mensajes que tienen un significado particular para una época dada;
  • señalan y subrayan estos mensajes.

Puesto que hemos tomado como ejemplo a Santa Margarita María y a los pastorcitos de Fátima, hay que añadir que la primera revelación subraya el Amor de Dios revelado en el Corazón Divino de Jesús y que la segunda, en Fátima, nos propone la devoción al Corazón Inmaculado de María. Es interesante notar el vínculo: el amor de Dios se revela y se ofrece a nosotros a través de figuras que nos son accesibles, los Corazones de Jesús y de María! Ambas devociones renuevan nuestros corazones y toda nuestra vida cristiana.

Esto es, pues, lo que se puede decir de los videntes, en relación con los mensajes que transmiten:

  • ellos son un eco que hace resonar el mensaje de la Biblia;
  • son los selectores de los mensajes que transmiten a una generación dada, en circunstancias específicas,
  • pero son también los amplificadores de estos mensajes para que puedan resonar y ser mejor escuchados.
  • La misión de Juan el Bautista podría ayudarnos a definir el rol del vidente: indicó al Salvador, mandó a sus discípulos con El, y dijo: "Es necesario que El crezca y que yo disminuya...". El vidente debe estar en la sombra, el Sol de Dios debe surgir en el horizonte. Podemos tomar también como ejemplo la estrella de la mañana: anuncia el día, pero mano a mano el día se avecina, y ella desaparece en la luz del sol! De igual modo los videntes!
  • Ellos están al servicio gratuito del Evangelio. "Lo habéis recibido gratuitamente, dadlo gratuitamente" (Mt 10,8); están al servicio de la transmisión de los dones, convirtiéndose ellos mismos en dones! (Es su rol y un criterio de su autenticidad: el servicio, servicio gratuito! Arder como una cerilla que desaparece y, desapareciendo, da vida a los demás!);
  • contribuyen a la edificación del Cuerpo de Cristo, de la Iglesia: "Id a todo el mundo..." (cfr. Mt 28,19);
  • por su papel, el vidente entra en relación con:
  • la Revelación de Dios
  • la jerarquía de la Iglesia fundada por el Señor para gobernar la Iglesia;
  • el pueblo de Dios
  • el mundo.

(Son temas que sólo mencionamos y que requieren de una profundización particular, un analisis y un trabajo que debe ser hecho confrontando los mensajes transmitidos por cualquier vidente!)

c) El contenido de los mensajes

(No es el lugar ni el momento de sumergirnos en el contenido de los mensajes, algo de por sí importante y necesario!)

Para describir el rol de los videntes de un modo claro:

  • son los receptores. Cualquier receptor, con todo, no está adaptado para recibir cualquier frecuencia; es necesario encontrarse en la longitud de la onda correcta; debemos adaptar el receptor al transmisor. Es interesante que haya sobre todo niños, siempre más niños, entre los videntes; y es que los niños son más sensibles y menos sobrecargados con sus propias frecuencias, más adaptables para captar la longitud de la frecuencia de Dios; parece que las personas del sexo femenino son más receptivas y que el cielo entra más fácilmente en contacto de transmisión,
  • son los micrófonos,
  • son los selectores,
  • desarrollan también el rol de amplificador,
  • su propia frecuencia, como la de su ambiente, tiene asimismo un rol en el trabajo de recepción y de transmisión de los mensajes, que entretejiéndose con su propia vida, se hace visible e inteligible. Se trata de la "vitalización" de los mensajes. Recordemos que en el A.T. el Señor transmitió los mensajes a través de acciones simbólicas, a veces también dolorosas (cfr. los profetas Ezequiel, Oseas, etc.).

La relación entre los videntes y la jerarquía

Es una cuestión particularmente delicada que demanda nuestra atención, en efecto, se trata de la relación entre el carisma y la institución de la Iglesia.

El Vaticano II habla de la relación entre los dones carismáticos y la jerarquía, afirmando que es necesario estar abiertos a los dones, ordinarios y extraordinarios, del Espíritu Santo. Los pastores de la Iglesia son invitados a no rechazar estos dones sino a discernir, a aceptar lo que es bueno y a rechazar lo que no es auténtico. (Cfr. LG 12)

La demanda de autenticidad de los carismas y de quienes los poseen -en nuestro caso, los videntes- se presenta a diferentes niveles. Mencionaremos algunos criterios principales del discernimiento sobre la autenticidad.

Criterios de autenticidad

Recordemos que la demanda sobre la autenticidad de los videntes-profetas se presenta tanto en el A.T. como en el N.T. hubo profetas y apóstoles que no eran llamados de Dios: Moisés llama a la prudencia, Jesús habla de falsos profetas y Pablo denuncia a falsos apóstoles.

Por lo tanto es necesario referirse a los criterios para reconocer a los verdaderos profetas, apóstoles y videntes. Es necesario tomarlos en cuenta con seriedad. Mencionemos algunos de estos criterios en línea con el rol de los videntes:

  • el vidente debe anunciar a Dios y Sus planes de salvación; si, por el contrario, anuncia no los planes de Dios sino los suyos, no es un vidente auténtico;
  • anuncia la revelación de Dios para edificación del Pueblo de Dios, del Cuerpo de Cristo, de la Iglesia; pero si ello siembra discordia, si se derrumba el Templo de Dios, si se divide el Cuerpo de Cristo, seguramente no es auténtico;
  • el efecto de la revelación de Cristo debe, primero que nada, ser visible en él, como dice San Pablo defendiendo su ministerio apostólico.

Quisiera mencionar aquí los criterios tratados en el libro del Dr. Heribert Muehln, Nuevo encuentro con Dios (Jelsa 1994). He aquí los principales:

  • los videntes están en el camino del abandono a Dios?
  • a través de la fe, la esperanza y el amor?
  • se apoyan en su propia capacidad y métodos o en el poder de Dios?
  • cómo es su amor hacia la Iglesia?
  • son portadores de un amor concreto por la Iglesia, por el pueblo de Dios?
  • cómo es su relación frente a los pastores de la Iglesia?
  • estimulan la edificación del Cuerpo de Cristo, la Iglesia?
  • están abiertos al servicio de los demás?
  • buscan su pequeña gloria y su interés personal, o bien el interés de los demás?
  • están dispuestos a colaborar?
  • su crítica, si la expresan, es para edificación o para destrucción?
  • siguen a Cristo en su vida cotidiana?
  • cómo observan sus obligaciones oficiales: en la escuela, la familia, el trabajo?
  • portan en ellos mismos los frutos del Espíritu Santo?
  • difunden paz o confusión?
  • llevan gozo y amor en su corazón?
  • poseen el amor que quiere darse?
  • cómo son en cuanto se refiere a exageraciones o negatividad?
  • exageran en la verdad y en el bien?
  • subrayan aquello que es negativo?

- se sumergen en aspectos tenebrosos, heridas interiores? (indica la acción de Satanas que corroe al hombre)

A propósito de los videntes de Medjugorje

Los detalles de la historia del Antiguo y del Nuevo Testamento y de la historia de la Iglesia, deben ser concretamente aplicados a los videntes de Medjugorje. En efecto, hay que considerar diversas cosas:

  • la circunstancia en la cual reciben los mensajes y las visiones en su dimensión fisiológica, sicológica, espiritual y mística;
  • el contenido de los mensajes que transmiten en nombre de la Gospa (dimensión bíblica, teológica, eclesial, canónica, ascética y mística);
  • la forma como portan estos mensajes en su vida (personal y comunitaria, privada, familiar, relaciones con la Iglesia y la autoridad eclesial, relación concreta con el obispo, el Papa, el parroco);
  • los frutos de los mensajes (conversiones, oración, penitencia, sacramentos, rosario, confesión, Eucaristía, reconciliación, espiritualidad mariana...).

Aquí hemos indicado esto.

Es un tema que demanda una investigación larga y detallada.

III. CONCLUSION

En la Revelación y en la revelación privada, los videntes tienen el rol de mediador, rol que conviene a nuestra estructura individual y al ambiente histórico y a la dinamica de la raza humana.

Su papel personal está totalmente subordinado al papel del mediador - que es siempre silencioso, discreto, oculto -como, haciendo un parangón, el papel de un micrófono y un altoparlante en la transmisión de la palabra. Mientras menos se hagan notar el micrófono y la sonorización, mejores son porque sirven mejor a su propósito. Mientras más se imponen y deforman la voz, menor es su calidad.

La Santísima Virgen es el arquetipo de los mediadores. Ella transmite silenciosamente el MENSAJE ENCARNADO, LA PALABRA. Permanece en la sombra y aparece de nuevo en el Calvario. Pareciera que María reaparece en la historia en los momentos de crisis. Ella está cerca de Jesús y nos trae a Jesús, tantas veces herido y crucificado en nuestro ser y en nuestros corazones humanos, para que resucite en nosotros y es que, en la Cruz, Jesús mismo nos entregó a Ella como sus hijos y nos La entregó a nosotros como nuestra Madre!

Los videntes de María participan, así, en nuestros "Canás" y en nuestros "Calvarios", escuchando y repitiendo las palabras que el Señor pone en sus corazones: "Haced lo que El os diga" (Jn 2,5)

Fr. Josip Marcelic

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SOBRE EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION EN LA DIFUSION DEL MENSAJE DE MEDJUGORJE

Queridos amigos de Medjugorje, queridos colaboradores de los centros de oración y de vida de Medjugorje:

Heme aquí, sentado delante de la pantalla de mi computadora, para enviarles mis más cordiales saludos y asegurarles que estoy en comunión con ustedes en este encuentro. Como podrán imaginar, hubiera preferido estar con ustedes y asistir personalmente a las conferencias, con sus aspectos espirituales y teológicos; considero que también el intercambio de opiniones que les seguirán, será importante y siempre un motivo de enriquecimiento, porque los pensamientos y las buenas resoluciones se profundizan en la comunicación de unos con otros, especialmente cuando nos reunimos en nombre de Jesús para comprender mejor alguna cosa. Y mi deseo para este encuentro al cual, desafortunadamente, por culpa de una pierna enyesada después de un paso en falso, puedo asistir sólo a distancia.

Los participantes de la primera sesión del 21 al 23 de Junio de 1994 en Medjugorje, expresaron un pensamiento lleno de esperanza en la Introducción de su DECLARACION, esto es, "nos hemos concientizado aún más de nuestra responsabilidad en la Nueva Evangelización", seguido después de las Resoluciones sobre las cuales volveré más tarde. Yo mismo me identifico claramente con este pensamiento y deseo profundizar en él. Se ha dicho que "nos hemos concientizado aún más de nuestra responsabilidad". La conciencia de nuestra responsabilidad, que ya existía y que tal vez descubrimos en Medjugorje, ha sido ahora reafirmada durante la sesión y su comprensión ha aumentado. Incluso este aspecto de la concientización hubiera sido lo único que se hubiera verificado [en dicho seminario], podría decirse que el encuentro del año pasado fue positivo. Corresponde a lo que ya hemos notado en Medjugorje: que se crece paso a paso en la fe y en la conciencia de la responsabilidad personal en de la realización de los planes de la Gospa. Ella tiene un plan y nosotros participamos [en él], creciendo en la conciencia del mismo y en la posibilidad de contribuir a su realización. El crecimiento es generalmente lento, no de manera ecléctica o destructiva. El crecimiento construye. No precipita las cosas. Esta lleno de respeto por lo que crece. Es también la manera de ser amable, respetuosa y paciente de la Gospa frente a nosotros, modo de ser que nosotros aprendemos.

La Santísima Virgen nunca había hablado así a los hombres de esta tierra, en ninguna parte del mundo, por tan largo tiempo y con tantos mensajes. Este hecho es en sí mismo algo único y sorprendente. Los mensajes no son ni espectaculares ni sensacionalistas como nosotros, los periodistas, esperamos y estamos habituados en el mercado de la información. Muchos mensajes se refieren a repeticiones, a la profundización del contenido, a las ayudas para poder dar pequeños -incluso muy pequeños- pasos en la fe. Son llamados repetidos para, finalmente, hacer y vivir lo que la Gospa ya ha pedido anteriormente. Nos invita ahora a volvernos a Ella para aprender la Fe, para encontrar a Jesús y a nosotros mismos también. Todo esto no es particularmente interesante desde el punto de vista de un periodista. Los mensajes no son evidentemente como las fanfarrias y las noticias que parecen sensacionales un día, pero que "ya han pasado al día siguiente", como dice el proverbio: "No hay nada más viejo que el día de ayer". Esto verdaderamente no es así en los mensajes. Son sostén y ayuda para un crecimiento continuo, directo y simple. Fue una emoción que las apariciones continuarán durando cada día más respecto a cualquier otro lugar de apariciones. Fue sensacional cuando duraban ya cinco años. El décimo aniversario fue también una emoción. Quizá lo sea ahora, pronto, el décimo quinto aniversario, si llegamos a ello. Mientras tanto, Medjugorje vive lo cotidiano que apenas y es interesante para los periodistas. Y lo cotidiano conjuntado por millones de esfuerzos por orar, por vivir el Evangelio, por amar al prójimo, por encontrar a Jesús en las pequeñas cosas de la vida de cada día de los niños, de los padres, de los hombres y mujeres, de los videntes y de los sacerdotes. Creo poder afirmar que hoy, después de 5000 días de apariciones, no podemos decir aún cual es el plan de la Gospa y a dónde quiere Dios llevar a nuestro mundo; no podemos todavía medir todos los aspectos de las apariciones de Medjugorje. Una gran parte permanece para nosotros un misterio, oculto a nuestra inteligencia. De ahí que no nos quede otra cosa sino seguir creciendo.

La Gospa nunca demanda algo inmediatamente, no importa de qué se trate. En Medjugorje, hemos aprendido que Ella nos tiene mucha paciencia. Es evidente que Dios podría cambiar nuestro mundo en tres días o en un instante, para transformarlo como El quiera. Pero nosotros, los hombres, qué haríamos con todo ello? Esto "de qué cosa haríamos con todo ello", es lo que llamamos libertad, que Dios respeta profundamente; lo hemos experimentado en Medjugorje. Esta libertad, determina igualmente nuestro comportamiento hacia quien está alejado de Dios, quien ha sido herido interiormente por los demás en nombre de Dios, que quizá se siente herido por Dios mismo. Muchos se alejan de Dios y de la Iglesia por las fallas de quienes Lo representan. Todos sabemos cuán difícil es acercarse a personas así. Cómo podemos conocer las causas de las heridas de otros y por qué son lo que son, si no somos siquiera capaces de conocer nuestras propias heridas ni por qué es tan difícil aceptar y vivir los mensajes? Quien escucha los mensajes de la Gospa es invitado a dar siempre el mismo paso, a volver a comenzar sin cansarse. No tenemos razón alguna para considerarnos mejores, más religiosos o más abiertos que aquellos [miembros] de nuestra sociedad que no escuchan, que no han querido escuchar o que aún no han escuchado aún los mensajes. Estoy firmemente convencido de que serán sólo los mensajes y no nosotros lo que abrirá el camino hacia Dios a los hombres y mujeres de nuestra sociedad, haciendo posible su contacto con Dios y la experiencia de Dios. Dios nos da a conocer Su existencia a través de los mensajes de la Gospa y del mismo modo tocará a cada persona de esta tierra y de nuestra sociedad con Su amor - cuando y como El lo quiera.

Quiero decir que nos hemos vuelto inútiles para la Nueva Evangelización? Cuál es nuestro papel si esta evangelización reposa en realidad en manos de Dios y en Su responsabilidad, si sólo El es quien puede acercar los corazones que están alejados? Tenemos ahora la responsabilidad de nuestro trabajo con el público y en la difusión de los mensajes? Y cuál es? Qué lugar hemos de dar a nuestra responsabilidad y a nuestro trabajo como periodistas? Las noticias y la transmisión de la información han adquirido una importancia inestimable e incomparable en Europa y en América. Podemos decir que estamos expuestos a una inmensa marea de noticias que determinan nuestra vida, que ejercen una influencia sobre las decisiones en la política, la industria y la vida social así como en nuestra vida privada y personal. Y en cuanto más grande es la medida de lo que queremos admitir o realizar. El desarrollo en el campo de la transmisión de noticias y los mass media perfeccionarán esta influencia de un modo inimaginable y esto, en muy poco tiempo. En el campo de los medios -prensa, televisión, radio- un ejército entero de periodistas se ocupa de nuestra información y desinformación cotidianas. Manejan una inmensa cantidad de información de todo el mundo, para reducirla a un volumen que pueda ser soportado por nosotros. Esta selección es necesaria. Implica una enorme conciencia de la responsabilidad y representa un poder. Las noticias son un poder y una mercancía que puede comprarse y con la cual pueden hacerse negocios. Se compra y se vende.

Quien trabaja con esta mercancía, los periodistas, contribuye de modo decisivo a aquello de lo que se hablará en la sociedad. Es a través de ellos que las noticias se convierten en temas. Ninguna noticia, ningún argumento. De ahí la potencialidad y el peligro, la responsabilidad y la falta de responsabilidad.

Una mercancía puede ser muy fácilmente vendida cuando es interesante para el cliente, cuando parece única o cuando es sensacional. Lo ordinario en una información no es vendible, no pasa. Una información simple será, por tanto, inflada hasta [alcanzar] las dimensiones de lo sensacional, será más o menos modificada, hecha digerible, adornada, revestida para venderse mejor. La cantidad de noticias aumenta, la confianza en la verdad de las noticias que nos presentan disminuye. En efecto, las personas son siempre más críticas y selectivas en cuanto al contenido de una noticia. Corresponde a la verdad? Es verdad lo que promete? Nos volvemos selectivos no sólo a la cantidad y a la impresión de estar sumergidos y de no estar en posibilidad de verificarla, sino sobre todo también a causa de la forma, de la formulación y de la veracidad del autor de dicha noticia. El problema de la veracidad de una noticia, se transforma en el problema de la veracidad del autor. Nos volvemos cada vez más exigentes al otorgar nuestra confianza a la información? Nos volvemos cada vez más incrédulos hacia el contenido de lo que nos es propuesto? Y también es cierto que tendemos a atribuir toda la verdad -y sin ningún sentido crítico- a quien ha ganado nuestra confianza. En nuestra sociedad se puede percibir que la desconfianza aumenta cada vez más. La gente se siente abusada, desilusionada y herida en su confianza, a causa de las informaciones falsas e inexactas. Se siente también herida a causa de la elección, no sólo de lo que se dice sino también de lo que se evita, que no se dice, acerca de la verdad. Sería necesario examinar alguna vez hasta qué punto la gente está herida por lo que los mass media consideran bueno para el mundo y dan preferencia a informaciones negativas. Cómo puede una sociedad desarrollar una conciencia positiva respecto a los valores humanos y religiosos, si no se habla de lo positivo y lo positivo no se vuelve un argumento? Y sobre esta base aparece para nuestra reflexión la cuestión sobre la importancia de Medjugorje y sus mensajes, sobre la forma de su difusión y publicación.

Hace un año, el 25 de Marzo de 1994, la Gospa nos dio un mensaje que, según yo, aborda justamente este problema: "Queridos hijos! Hoy me regocijo con ustedes y los invito a abrirse a Mí y a convertirse, en mis manos, en un instrumento para la paz del mundo. Yo deseo, hijitos, que todos ustedes, los que han sentido el aroma de la santidad a través de estos mensajes que Yo les estoy dando, que lo lleven a este mundo hambriento de Dios y del amor de Dios. Les agradezco a todos que hayan respondido en tal cantidad y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Ciertamente nosotros no somos los salvadores del mundo! Somos instrumentos en manos de la Gospa. El mundo no está en nuestras manos. Lo que nos toca es ser instrumentos en sus manos. Quizá nuestra importancia no ha sido bien delimitada? Nosotros nos abrimos a Ella para ser instrumentos y no para ser formados como salvadores.

No encuentro en este texto ninguna crítica a nuestra sociedad, ninguna indicación de preferir lo negativo a lo positivo. No veo ninguna acusación contra quien tiene la responsabilidad de difundir las noticias. La Gospa habla, sobre todo, del hombre que desea el bien, habla de este deseo inconsciente de santidad, del hombre que tiene hambre de Dios y del amor de Dios, de eso que los hombres no pueden dar. La Gospa no habla de las tendencias negativas del hombre, ve lo que es positivo, ve en el hombre el punto sobre el cual se puede construir su salvación, donde el hombre puede comenzar a caminar hacia la plenitud de la vida y hacia su realización. Puede un instrumento actuar de manera diversa a la mano que lo guía? Podemos actuar de modo diverso a Ella, ser conflictivos, actuar con arrogancia y acusando a los demás, haciendo distinciones y sin amor por quien es amado por la Gospa, mientras que Ella nos da un ejemplo diferente?

El teólogo Paul Zulehrn, profesor de teología pastoral en Viena (Austria) durante una conferencia para sacerdotes en Padeborn (Alemania) decía, a propósito de la reevangelización de quienes se han alejado de la Iglesia, que, sobre todo, no hay que arrinconarlos para reprenderlos. Mientras más rápidamente se les arrincone, más rápidamente escaparán. Descubro aquí por qué sería muy valioso que debamos controlar nuestro celo y ceder el paso a Dios mismo, que es el único que sabe cómo y cuando puede ser posible un encuentro con Dios para tal o cual persona. Nuestro deber es amar a los hombres y con esto tenemos suficiente quehacer.

En 1984, trabajando en un film sobre Medjugorje, tuve ocasión de conocer y entrevistar al Obispo de Mostar, Mons. Pavao Zanic, quien expresó abiertamente sus dudas y su aversión. Ya desde esa época me preguntaba por qué Dios, en Su sabiduría y providencia, no hubiese previsto para Mostar antes de las apariciones un Obispo que fuera favorable a los acontecimientos de Medjugorje. Reflexionando humanamente, podríamos preguntarnos la misma cosa incluso hoy y no comprenderíamos las relaciones interiores y por qué Dios, en Su libertad, nos da nuestra propia libertad. Es debido a que no comprendemos por qué las cosas son como son, ni por qué la gente es como es. En el plan de salvación de Dios, esto evidentemente no tiene importancia alguna. Quizá Vicka tenga razón cuando, según su experiencia, dice que la Virgen ama de modo igual a todos los hombres, incluso a los que nosotros no amamos. También esto es un misterio que nos será revelado sólo en otra realidad.

Nuestra tarea es seguir el llamado de María, dejarnos tocar por sus mensajes. No existe razón para que esto sea diferente para quien no ha tenido la experiencia de Medjugorje. También ellos habrán de dejarse tocar por el llamado de la Gospa. Ella llama y nosotros debemos esforzarnos por cumplir este llamado, esforzarnos por probar que se aparece verdaderamente y con seguridad en Medjugorje. Acaso no creemos que sea capaz de llamar también a quienes pensamos que deben ser llamados? A veces se tiene la impresión que Medjugorje es un terreno de juego donde se pueden obtener trofeos. No corremos quizá el riesgo de bloquear el camino de Medjugorje a quienes nosotros queremos transmitir "nuestro Medjugorje"?

Lo que es verdaderamente interesante para el mundo de hoy, que tiene hambre de Dios, es el mensaje que Dios es Amor, que El restaura las caídas y las heridas, que El ama a cada uno de nosotros personal e individualmente. Tenemos necesidad de experimentar esto que duerme en alguna parte, dentro de nosotros mismos. No creo necesario hacer a Medjugorje más interesante decorándolo con pequeñeces ni sensaciones. La posibilidad de llegar al punto en que miremos a los demás y que Dios elija para tocarlos, es bastante remota. No bastaría con decir muy simplemente y cuando se nos pregunte, cómo es que Dios nos tocó? Medjugorje no será mejor ni más activo si nosotros añadimos a los acontecimientos y a los mensajes nuestras propias ideas como decorado. Medjugorje habla de sí mismo a través del papel que la Gospa ha asignado a la parroquia. También las Resoluciones del año pasado expresan este punto: el fenómeno Medjugorje no tiene necesidad de ser aumentado ni corregido. Medjugorje es auténtico. La cercanía de la Gospa es la garantía.

En el trabajo de un periodista existe siempre un peligro: querer subrayar la verdad de aquello que se dice, dando la impresión de disponer de información particularmente importante o exclusiva, o de tener acceso especial a la fuente de la información misma. Todo con el objeto de provocar la aceptación de la información. En el mercado de las noticias, la exclusividad es un medio que tiene mucho efecto: lo vuelve a uno una persona interesante. Esta cercanía a la fuente de información es también una ilusión y casi siempre el signo de una información falsa o manipulada, que se divulga tanto más rápidamente mientras más se acaba la credibilidad del informador. La verdad no depende de la cercanía a la fuente. Muchas veces está al servicio del provecho personal del informador y esto no tiene nada que ver con ser o no ser un instrumento en manos de Dios. Conduce, sobre todo, a convertirse en víctima de su propia fiebre de cazador.

Quiero llamar su atención sobre un peligro de tratar con el público. Desafortunadamente, sabemos que las informaciones falsas se divulgan más velozmente que las auténticas. Quizá porque estamos más abiertos a lo extraordinario que a lo ordinario. Todos los que laboran en el campo de la información, periodistas y otros, tienen aquí una gran responsabilidad. De ahí que yo quiera proponer que los diversos Centros de Medjugorje en el mundo busquen atraer o formar periodistas suficientemente calificados que tengan el oficio de reportero. La difusión de la Fe y de los mensajes me parece igual de importante, si no es que más importante, que la difusión de otras noticias generalmente proporcionadas por especialistas muy calificados.

Para concluir, vuelvo al mensaje del 25 de Marzo de 1994: "Queridos hijos! Hoy me regocijo con ustedes y los invito a abrirse a Mí y a convertirse, en mis manos, en un instrumento para la paz del mundo. Yo deseo, hijitos, que todos ustedes, los que han sentido el aroma de la santidad a través de estos mensajes que Yo les estoy dando, que lo lleven a este mundo hambriento de Dios y del amor de Dios. Les agradezco a todos que hayan respondido en tal cantidad y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado!" Ha dicho "todos". La Gospa de todos piensa en todos los que han conocido el mensaje y que han reconocido su responsabilidad. No todos tienen que tratar con el público. Numerosas personas de nuestro ambiente nos observan, examinándonos, para saber si Medjugorje puede ser de interés para ellos. Debemos acoger cada vez más el pensamiento de ser un instrumento, dejando traslucir la mano que lo guía. Esto es valido también para la espiritualidad de Medjugorje. Somos responsables de la transparencia de la espiritualidad de Medjugorje. A través de las apariciones y los mensajes, Dios habla hoy a un mundo moderno y contemporáneo, en este tiempo nuestro que esconde tantos peligros para la humanidad, tantas dificultades para la Iglesia, tantos conflictos, que parecen sin sentido, entre los pueblos. La Gospa habla de "la salvación del mundo", tan necesaria y que está en el plan de Dios. No se trata de un apocalipsis. Es un llamada a un nuevo inicio, a la renovación del mundo. Debemos distinguir el fenómeno de Medjugorje y no confundirlo con otros fenómenos de apariciones. Como una espiritualidad de renovación de nuestro tiempo, no como una restauración de tiempos antiguos. Nosotros, los que tratamos con el público, tenemos la responsabilidad de hacer posible la continuidad del desarrollo de la auténtica espiritualidad de Medjugorje, que es poner en primer lugar los mensajes y no los deseos generosos de querer estar unidos a Medjugorje. En vista de que los acontecimientos no han concluido, me parece poco oportuno hacer una vinculación entre los mensajes y la escatología general de la salvación. La Gospa ha elegido este lugar para decir lo que dice. Hubiera podido hacerlo de otro modo. Ha elegido hacerlo tal cual y nosotros debemos tomarlo muy en cuenta.

Lo que se deriva de este mensaje es que Dios quiere personas renovadas para una nueva época y una nueva Iglesia. Medjugorje no es, lo creo fuertemente, una simple acción para maquillar a la Iglesia y el mundo en dificultades. En los mensajes se repite que el hombre está llamado a la plenitud de vida con Dios. La Iglesia recibira un rostro nuevo y un aspecto nuevo. Nosotros estamos llamados a colaborar como instrumentos, debemos pensar entonces en cambiar nuestro trabajo como reporteros, con sus habitos, sus usos y sus leyes. Debemos redescubrir la dignidad de la persona que recibe la información y, por amor a ella, debemos transmitirle la verdad de que podemos construir la personalidad de quien la escucha, para hacer posible un contacto con Dios. Debemos transmitir las noticias que enaltecen la fama de Dios y Su amor y que a El le satisfacen. Dónde se pueden formar los periodistas dispuestos a [llevar a cabo] esta responsabilidad si no ahí, donde se respira el perfume de la santidad?

Hans Schotte

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COMO PREPARAR A LOS PEREGRINOS PARA MEDJUGORJE

Me siento muy honrada de estar hoy con ustedes y los saludo bajo el manto del amor de nuestra Madre, hablándoles como una de ustedes, como una guía de grupos, una amiga, como cualquiera que -como ustedes- desea vivir los mensajes de la Gospa y ayudar a otros a hacer lo mismo. He venido a Medjugorje desde octubre de 1983, 55 veces durante estos 12 años. Cuando vine por primera vez, no esperaba regresar. Pero Dios tenía otros planes. Debo haber intuido algo, porque mi primera visita fue una sorpresa, un don del Señor y una respuesta a Su llamado.

La primera vez que oí hablar de Medjugorje, fue a través del Padre John Bertolucci. El había venido a fines de 1982 y principios de 1983, para filmar su primer documental sobre los acontecimientos que se verificaban en una pequeña aldea desconocida, situada en medio de colinas y de la cual se hablaba. Yo creí desde el principio. Por qué la Virgen no iba a aparecerse en nuestros días? Creí en el período de después de Fátima y siempre creí en las apariciones de la Virgen y en sus mensajes, sin haberlos estudiado ni explorado jamás. Yo simplemente creí.

Poco después de la visita del Padre John, el Padre Michael Scanlan, rector de la universidad donde yo trabajaba, vino también a Medjugorje y le pedí que rezara por mí y pidiera a los videntes que oraran por mí, especialmente por las principales áreas de pecado en mi vida. Sabía que este pensamiento venía de Dios porque jamás había utilizado estas palabras anteriormente, "las principales áreas de pecado en mi vida" y nunca las había oído pronunciar por nadie. Cuando regresó, me dio una respuesta que creí que era de Dios: esa palabra comenzó a cambiar mi vida.

Algunas semanas más tardes, mientras estaba en mi oficina trabajando en un proyecto para recolectar dinero, escuché: "Debes ir inmediatamente a Medjugorje." Pensé que alguien había entrado en mi oficina y levanté la mirada diciendo: "Inmediatamente?" No había nadie en la estancia. Mi secretaria me oyó decir: "Inmediatamente?" y entró para ver si la había yo llamado. Enseguida me dijo que mi rostro estaba más blanco que el muro detrás de mí. Estaba en shock, porque la voz fue tan real. No la oí en mi cabeza y tampoco había nadie en la estancia! Era el mes de junio y en octubre estaba yo en Medjugorje. Cada centavo para el viaje me llegó del cielo. No pedí dinero y no sé como la gente supo que tenía necesidad de 1500 dólares para el viaje. El día de la partida, tenía 2020 dólares. Ese, mi primer viaje, fue una excelente ocasión para aprender mucho sobre los acontecimientos y sobre los videntes, porque iba yo con el Padre Joe Pelletier, quien los había entrevistado para un libro que estaba escribiendo sobre Medjugorje. Durante mi primera visita sentí que algo cambió en mi vida. No sabía qué, pero sabía que había sucedido.

A mi regreso, deposité en un banco los 500 dólares que me habían sobrado, ya que me habían sido dados para el viaje y pensé que no tenía derecho de usarlos para otra cosa. Era octubre y en febrero, recibí una llamada de alguien que yo conocía sólo por teléfono. Me dijo que, durante el rezo del rosario, pensó junto con su esposa que debía enviarme dinero para mi próximo viaje a Medjugorje. Cuál viaje? No lo tenía previsto. Pero simplemente me respondió que yo debía pensar para qué tenía que ir de nuevo. Poco después, muchas personas comenzaron a pedirme que las llevara a Medjugorje y así se formó mi primer grupo de peregrinos. Era mayo del 1984. Yo tenía suficiente dinero para el viaje, contando lo que aquella pareja me había enviado y lo que tenía en el banco. Eramos cinco, todas mujeres. Llegamos, creímos, regresamos a casa y cuando vi el impacto de Medjugorje en sus vidas, me convencí que debía llevar a otras personas a Medjugorje, a fin de que pudieran vivir la experiencia de la presencia y la intercesión de la Virgen. Se trataba de gracias que operaban cambios en la vida de las personas.

Siendo la directora del programa de viajes en la universidad donde trabajaba, me pareció natural organizar una peregrinación a Medjugorje. En aquel tiempo, por decisión expresa de la Iglesia, no se le podía llamar "peregrinación"; era, por tanto, "un viaje que daba a cualquiera la ocasión de vivir su propia experiencia en Medjugorje". Antes de [iniciar] otra peregrinación, volví a Medjugorje con la pareja que me había enviado el dinero para mi segundo viaje. En julio de 1985, llevé mi primer grupo de peregrinos. Eramos 188. Pernoctamos en Neum, junto al mar, porque no existía un lugar para [alojar a] un grupo tan numeroso más cerca de Medjugorje. Diariamente partíamos a primera hora del albergue, para volver tarde en la noche. El trayecto duraba una hora y casi a diario cenabamos a media noche. En aquella época, no habían en Medjugorje ni sanitarios ni restaurantes. Todos los días llevabamos nuestra comida en una mochila. Era una auténtica peregrinación. Se nos presentaban múltiples oportunidades de hacer sacrificios y ofrecer los inconvenientes al Señor. Teníamos numerosas ocasiones de hacer penitencias naturales. Debo decir que ésa fue una de las mejores peregrinaciones que haya conducido jamás. Las personas fueron maravillosas y Dios aún más grande en Su generosidad.

Este viaje fue el inicio de una serie de peregrinaciones que me llevaron hasta este día y al motivo por el cual estoy delante de ustedes. Soy, probablemente, una de las primeras organizadoras de peregrinaciones y, para los Estados Unidos, la fuente "oficial" no oficial de información del país. Gracias a una persona que se ofreció a pagar mis llamadas telefónicas a Medjugorje, siempre pude verificar los chismes que se divulgaban continuamente en América. Esta gracia continuó hasta principios de este año. La situación financiera de esa persona cambió y, puesto que la cuenta de mi teléfono no podía ser pagada, ya no tengo la posibilidad de llamar tanto como quisiera.

Desde el principio de las peregrinaciones a Medjugorje comprendí, que tenía una gran responsabilidad frente a las personas de mi grupo. Esta comienza mucho antes del momento de reunirnos en el aeropuerto para iniciar el viaje. He comprendido que además de proporcionar una lista de las cosas que hay que llevar y no llevar y calmar los temores de viajar a un país comunista, se requiere una preparación espiritual que, en efecto, es más importante que cualquier otra. Con el correr de los años, he detectado algunos puntos clave que transmito por escrito a los peregrinos que vendrán de cualquier parte de mi país y a quienes no veré sino hasta el momento de viajar. Normalmente, nuestro primer encuentro se da en el aeropuerto.

Me han pedido compartir algunas de estas experiencias con ustedes, hoy. No pienso que el mío sea el único modo de guiar un grupo y tampoco el mejor: estas ideas simplemente han sido probadas y utilizadas con éxito por un par de años.

Como guías, tenemos la responsabilidad de guiar y conducir a las personas a fin de que tengamos la mejor experiencia espiritual posible durante la peregrinación. Como dijo alguien ayer: debemos ser pastores. Para que esto suceda, he aprendido la necesidad de dejar hacer. Nosotros venimos de Estados Unidos, donde contamos con una gran tecnología y donde amamos organizar y saber con anticipación exactamente qué va a suceder. Y sí, he aprendido que Medjugorje no es lo mismo; ni ningún otro sitio en los alrededores, en este renglón. Un viaje a un país extranjero presenta siempre diferencias a nivel cultural y debemos aceptarlas. Al venir a Medjugorje, venimos a un país que toma la vida de modo diferente al nuestro. Tal como en los primeros tiempos, cuando a causa de las restricciones del gobierno y del obispo, había un cierto número de cosas imposibles de realizar para sacerdotes y religiosas. Era necesario aprender a no querer "organizar" a Medjugorje, incluso en nuestra cabeza, porque esto podía impedir la obra que Dios quería realizar en nosotros durante la peregrinación. Lo aprendí a lo largo de mis tres primeras peregrinaciones aca y lo confirmé cada vez más con cada peregrinación. He comprendido que no vengo a Medjugorje para hacer cambios, según mis ideas y mi modo de obrar, sino para entrar en la gracia de Dios, abriéndome a la experiencia a través de la presencia de la Santísima Virgen. Lo digo a mis peregrinos, porque he entendido que muchos americanos piensan igual, lo cual puede convertirse en una gran distracción.

Podría darles numerosos ejemplos para ilustrar este pensamiento mío, pero compartiré con ustedes tan solo un acontecimiento que me impresionó muchísimo. Una noche, al inicio de la Vigilia Pascual, estabamos todos abarrotados en la iglesia -aún no existían las puertas laterales y no había mucho oxígeno-. El corredor central estaba atiborrado [de personas] al igual que los laterales y yo me preguntaba cómo haría el sacerdote para llevar el Cirio Pascual hasta el altar, según el rito litúrgico. De pronto se encendieron las luces y oí la voz del Padre Tomislav que venía desde el fondo de la iglesia, después en medio del corredor central y luego hasta el altar. No sé cómo logró pasar entre la multitud y salir adelante. Pensé en Dios que dividió las aguas del Mar Rojo para que los israelitas pudieran pasar. Al día siguiente dije al padre: "Ayer, seguramente habra sido difícil pasar por en medio de la muchedumbre". El me miró diciendo: "Cuál muchedumbre?" Comprendí, entonces, que veíamos las cosas de manera muy diferente y que jamás hubiera yo podido imaginar lo que ví. Miren, en Estados Unidos, no se permite a una sola persona quedarse en el corredor. Hubiéramos sacado a todas para [dejar pasar] al sacerdote y la procesión. Pero no en Medjugorje!

De ahí el por qué sea tan importante ese dejar hacer desde el principio del viaje. Incluso los horarios de los vuelos no fueron como estaba previsto y debimos adaptarnos antes de llegar a Medjugorje. Una y otra vez tuvimos que esperar largas horas en los aeropuertos, muchas veces fuimos sorprendidos por imprevistos. Nunca supimos si podíamos registrarnos como grupo o individualmente. Si aprendemos a dejar hacer, estaremos abiertos a la gracia de Dios y a las inspiraciones del Espíritu Santo. Yo subrayaba esta necesidad en la primera carta que enviaba a los peregrinos. Les pedía orar para obtener la gracia de dejar hacer y de orar por todos los que irían de viaje con nosotros. Pienso que esto hace una gran diferencia a nivel de la compatibilidad y el acogimiento recíproco en el grupo. Cuando se ora por alguien, se le ve de modo diferente.

Subrayo la importancia de dejar hacer a lo largo de todo el viaje. Cuando la gente comenzó a venir en mayor número y por segunda o tercera vez, comprendí la importancia de ayudar a las personas a ver cada viaje como una nueva experiencia y a no venir esperando que sería como el viaje de alguien más o como el anterior. No existen dos días ni dos viajes iguales a Medjugorje. Las oportunidades son diferentes, las personas a conocer son diferentes, los momentos de gracia son diferentes. Debemos ser sencillos al programar nuestro tiempo y en un segundo [estar dispuestos a] modificar el programa si vemos que algo sucede, como por ejemplo el grupo de oración que se encuentra en la colina o un sacerdote que habla en la iglesia en la tarde.

Esta idea nos lleva a la dimensión siguiente de nuestra preparación, lo que es una peregrinación y un viaje, un viaje espiritual en un campo desconocido y con muchas cosas inciertas. El viaje que iniciamos es sólo una parte de aquel [que emprendemos] hacia el Señor y que dura toda la vida. Son días intensos, durante los cuales tenemos la oportunidad de caminar más cerca de Jesús y de María. Es el momento de recibir las gracias de Medjugorje, especialmente la gracia de hacer un examen de la propia vida y una buena confesión. Es tiempo de recibir la misericordia del Señor Jesús y de ser misericordiosos con los demás.

La gente pregunta siempre: "Cómo ser misericordiosos con los demás?" Mi respuesta es muy simple: "Estar conscientes de la presencia de los demás en el grupo y de sus necesidades, ser puntuales, no criticar ni faltar en amabilidad con las palabras que dirigimos a los demás en el grupo, no monopolizar la conversación, etc..."

Un viaje es una ocasión maravillosa para vernos como Dios nos ve y para hacer cambios en nuestra vida - si aprovechamos los numerosos momentos de gracia que el Señor nos ofrece. El puede servirse de todos y de todo para hablarnos, si estamos abiertos para escucharlo.

Dios tiene un plan para cada uno de nosotros en el viaje y muchos no saben cómo escuchar a Dios mientras El les habla. Muchas veces las personas llegan tan cargadas de intenciones, de oraciones y de peticiones, que no se toman el tiempo para ellas mismas. Esto puede ser una trampa de Satanás para paralizar la gracia que Dios quiere darnos. Así pues, desde el primer día les pido [a los peregrinos] que entreguen sus peticiones, sus preocupaciones, sus cargas y sus súplicas al pie de la cruz, a los pies de María, que pidan su intercesión para que Ella entregue todo esto a Jesús. Pido también a cada persona que ore un día por las intenciones de los demás. De este modo podemos todos liberarnos de la carga de dichas intenciones y ser libres para escuchar al Señor, sabiendo que nuestra Madre se ocupa de nosotros.

Cada día, después del desayuno, presento lo que llamo "la palabra del día". La primera mañana digo al grupo que Dios, durante el viaje, tiene una palabra para cada uno, un pequeño regalo especial y que deben comenzar a pedirLe esa palabra. Creo que nadie viene a Medjugorje por iniciativa propia. Toda persona es llamada por el Señor, que desea bendecirnos a cada uno de nosotros. Esta palabra puede ser dada en Medjugorje, al regreso o también durante el regreso a casa, donde se vuelve más clara. No se trata necesariamente de algo espectacular, quizá tan solo un tierno toque del amor de Dios a través de otro peregrino.

Creo que Dios tiene un plan para la peregrinación y que quiere dar Su gracia a cada persona en particular.

Todas las noches, durante la cena, compartimos las experiencias del día y la gente se interesa por los demás. Pueden hacer preguntas y, si hay incomprensiones, aclararse.

Digo también a los peregrinos que no están en Medjugorje para ocuparse de las necesidades de los demás peregrinos o para servir a los demás en detrimento de su propia peregrinación. Es el problema de algunos, que piensan que deben ocuparse de las preocupaciones, las dificultades y los problemas de todos aquellos que encuentran. Esto se convierte en una distracción y un modo de evitar escuchar al Señor. Sí, deben ser amables y serviciales, pero no deben dejarse absorber hasta el punto de desperdiciar el don que Dios quiere darles a ellos mismos.

En la segunda mañana, les propongo contemplar su vida, sus relaciones y que se empeñen en ver qué es lo que les impide crecer en la santidad o en recibir el don de Dios. Muchas veces, las lecturas de la Misa del día proponen un tema perfecto para la jornada (por ejemplo hoy: "Señor, enciende una luz que mi guíe y me saque de mis tinieblas.")

Al tercer día subrayo la necesidad de confesarse. Según mi experiencia, en Medjugorje es una gracia particular, esto es, la gracia de hacer una buena confesión. Numerosas personas han dado testimonio que aún cuando se habían confesado antes del viaje, aquí fueron capaces de liberarse de un pecado o de un problema que habían olvidado años antes en el subconsciente y que era una piedra de tropiezo para su crecimiento en la santidad o de liberarse de un habito pernicioso que verdaderamente detestaban.

Como cabeza del grupo, cada día de la semana pido una palabra al Señor y la comparto con el grupo. Casi siempre, en Medjugorje, el tiempo litúrgico tiene una influencia en nuestro programa espiritual. Busco estar abierta al Espíritu Santo para que me guíe en lo que preparo. Creo que Dios tiene un plan para cada grupo.

Las personas se hacen siempre muchas preguntas y yo busco responderles lo mejor posible. Llegan con informaciones o con ideas sobre Medjugorje, sobre los videntes... desviadas. Es importante dar ocasión a que hagan preguntas y proporcionarles la información correcta. Normalmente, les doy las noticias sobre los videntes, sobre los mensajes etc. durante el viaje en autobús viniendo de Split o de Dubrovnik. Durante su estancia aquí, los animo a tomarse tiempo para ellos mismos, para estar solos con María y con Jesús e ir en busca de un lugar tranquilo para sentarse delante del Señor, diciendo: "Aquí estoy, vengo a hacer tu voluntad". Pienso que también para los matrimonios es importante separarse y pasar algún tiempo solos, en oración. Si, como ahora, hay una Capilla de Adoración, los estimulo a pasar tiempo delante al Santísimo, simplemente sentarse sin hablar, mirar al Señor, permitirLe irradiar Su amor en nuestra vida. Si tienen necesidad de reposo, los invito a hacerlo especialmente los primeros dos días en Medjugorje. Predico el evangelio del sentido común. Dios nos ha dado el sentido común. Espera que nosotros lo usemos y que nos bendice cuando lo hacemos.

He notado que rara vez Dios actúa dos veces del mismo modo. Actúa con nosotros individualmente y de manera única. A veces, El habla a la persona durante el Vía Crucis subiendo el Krizevac o en el silencio, en la Colina de las Apariciones o cuando esperamos afuera de la Iglesia el inicio de la oración vespertina. Pido siempre a mis grupos que salgan en silencio, que pasen tiempo en silencio en las montañas y que suban en silencio. El sacrificio de no hablarse puede dar a Dios una buena ocasión para revelarnos situaciones o cosas que quiere corregir o cambiar en nuestra vida; quizá sea la ocasión para permitirse tener la experiencia de ser tocados por Su presencia y Su amor. Aliento el silencio por dos razones: primero, por motivos físicos y luego para caminar junto con María y meditar. Más de una vez, los peregrinos me han dicho que durante el Vía Crucis recordaron a alguien que no habían perdonado por alguna experiencia pasada. Ese pensamiento es un momento de gracia para ellos, para perdonar a dicha persona o para reconciliarse con ellos mismos o al menos con Dios. No siempre se puede ir a buscar a alguien para pedirle o darle el perdón, pero sí podemos ir delante del Señor para hacerlo.

Animo a los peregrinos a sacar provecho de todo lo que se les ofrece: ir a la iglesia para escuchar a los diferentes sacerdotes que hablan en la tarde, encontrarse con los videntes y rezar con ellos. Busco ayudarlos a mostrar un comportamiento justo hacia todas las cosas, incluso en relación con los negocios y restaurantes: es bueno utilizarlos pero no hay que dejarse absorber. Cuando vamos con los videntes, explico a los peregrinos que no son teólogos. Nos reunimos con ellos para que nos digan los mensajes más importantes y para orar con ellos. No son dioses, son tan solo instrumentos en manos de Dios. La razón principal de su peregrinación no es ir a ver a los videntes, la danza del sol o los rosarios que cambian de color. Dios puede utilizar estas cosas para comunicarnos Su gracia, pero no deben ser la razón de nuestro viaje. Encuentro que el Rosario vespertino, la Misa y la oración después de la Misa son importantes para su experiencia de Medjugorje. Incluso si esta Misa es celebrada en un idioma diferente al suyo, aliento a mis grupos a ir a la iglesia y participar. El tiempo de la homilía es una excelente ocasión para su oración personal. Los animo a sacar provecho de ello. En mi carta expedida antes de la peregrinación, les propongo adquirir un Misal en sus parroquias y llevarlo, porque puede servirles para leer la oración de la Misa en inglés durante la Misa en croata. Como dije antes, es importante que, como guías, demos el ejemplo y nosotros mismos participemos. Si hemos venido a Medjugorje con un programa paralelo, quizá debamos pensar dos veces antes de hacerlo y ojala no repitamos esta tentativa. Muy a menudo he oído a la gente lamentarse de no ver jamás a su guía en la iglesia o en el rosario. El buen pastor está siempre presente, junto a su rebaño.

Como saben, numerosas personas tienen la experiencia de una gran paz en Medjugorje y hay algunas que tienen miedo de regresar a casa, porque alla encontrarán la misma situación que dejaron. Un amigo dijo una vez: "Durante la peregrinación o la conferencia, todo era Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo", pero cuando se regresa a casa es: "como era en el principio ahora y siempre...". No siempre es así. Debo poner a mis grupos en guardia contra Satanás que quiere robarles la paz. Es verdad que sus situaciones no han cambiado, pero ellos sí. El resultado de la peregrinación es que ahora disponen de nuevos medios para hacer frente a sus problemas. Al regreso podemos estar casi seguros de que habrá un retraso en el aeropuerto, que puede preocupar a algunos. Pero es sólo una tentación de Satanás y no debemos permitirle que estas cosas nos perturben. Así aprenderá que no tiene éxito con nosotros y se irá a otro lugar.

El último día, generalmente abandonamos Medjugorje después de [rezar] un rosario, y les digo que en realidad la verdadera peregrinación comienza ahora, después de dejar Medjugorje y regresar a nuestra vida cotidiana. Ahora debemos vivir los mensajes de la Virgen del mejor modo según nuestra situación familiar. Los pongo en guardia para que no tomen las cosas muy literalmente, con el riesgo de crear dificultades en la familia por los cambios que quieren llevar a cabo a su regreso. Les aconsejo que mejor hagan las cosas poco a poco, que empiecen ellos mismos, que inviten al ayuno y a la oración pero sin imponer nada, por que al final de cuentas no dura! Hay que guiar con el propio ejemplo. Debemos dar a Dios la posibilidad de obrar en nuestras vidas y de llevar a término una verdadera y constante conversión. El cambio que los demás verán en nosotros es lo que los hará cambiar. Cuando los demás vean que somos más bondadosos, más pacientes, más serviciales y vean que nuestra vida se ha vuelto más serena y más rica, desearán lo mismo para ellos. "Ved cómo se aman!" Cuando comiencen a hacernos preguntas, será la ocasión perfecta para compartir los mensajes de la Virgen y nuestra experiencia de la peregrinación. Las palabras que no son acompañadas por un cambio en nuestra vida no tienen un efecto positivo sobre los demás, sobre todo en nuestras familias.

Después del regreso, envío al grupo una carta con un resumen del viaje, alentándolos a vivir los mensajes de la Virgen, a continuar con las gracias recibidas y a realizar aquellos cambios en los que han pensado. Les digo también que sean pacientes con Dios, que comiencen a vivir los mensajes en las cosas pequeñas, que sean más bondadosos en su familia y en el trabajo. Que caerán como todos, pero que debemos comenzar de nuevo cada día. Dios no busca el éxito, busca el esfuerzo y nos da siempre la gracia de volver a comenzar. Agrego a mi carta un ejemplar de una publicación que les permita recibir el mensaje mensual.

Con los años, he comprendido también que, así como nosotros los americanos venimos de una sociedad orientada hacia la actividad, después de la experiencia de Medjugorje, muchos se creen llamados a fundar un Centro, una revista o un grupo de trabajo y no reconocen el llamado a una conversión más profunda. Yo digo a la gente que se espere, que escuche, que se tome el tiempo para que la experiencia, muchas veces dramática, se arraigue antes de comenzar a "hacer" cualquier cosa. Los animo a dar tiempo a Dios y a la Virgen para continuar la obra iniciada en ellos, a dar tiempo para nutrir los cambios que se han verificado. Cuando hayan madurado y los cambios radicales se hayan convertido en parte de su vida cotidiana, entonces, si verdaderamente quieren hacer alguna cosa, es el momento de pensar en ello. Muchas cosas no han perdurado al correr del tiempo porque las personas han actuado demasiado velozmente, sin haber sabido colocar sus propios cimientos espirituales.

Estoy segura de que ustedes, los guías, tendrán muchas experiencias que compartir y que quienes conducen las peregrinaciones tienen programas excelentes. Mi intención no ha sido hacer que adopten mi modo de trabajar, sino sobre todo subrayar la responsabilidad que nosotros, los guías, tenemos ante la gente y su camino con el Señor y la Virgen. El ejemplo, el equilibrio y la paz de nuestra vida hablarán a la gente de nuestros grupos más que gruesos libros. Los invito ahora a orar mucho más, a buscar la dirección justa para sus grupos y a compartir con todos todo aquello que Dios les da.

Sor Isabel Bettwy

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