LA POSICION DEL OBISPO DE LA DIOCESIS MOSTAR-DUVNO Y TREBINJE-MRKANJ ACERCA DE MEDJUGORJE

Cuando el 24-25 de junio de 1981, comenzaron las apariciones de Nuestra Señora en la parroquia de Medjugorje en la diócesis Mostar-Duvno-Trebinje-Mrkanj, a la que pertenece Medjugorje, el obispo era Pavao Zanic (1971 - 1993). Lo sucedió el dr. Ratko Peric.

1. El obispo Pavao Zanic

Su actitud hacia las apariciones de la Virgen osciló entre una aceptación y un rechazo vehementes. Tales actitudes contribuyeron grandemente a que la aparición de la Virgen se propagara por el mundo.

Durante los primeros dos meses de las apariciones de la Virgen, el obispo estuvo cinco veces en la parroquia de Medjugorje. Posteriormente, el venía sólo para conferir el sacramento de la confirmación a los feligreses.

El declaró públicamente: "Estoy profundamente convencido que los niños que dicen haber visto a la Virgen, que éstos no han sido instigados por nadie. Si se tratase sólo de un niño, podría decirse: seguramente ese niño es testarudo y ni siquiera la policía puede sonsacar de él alguna información. Seis niños inocentes, sencillos, luego de media hora, sometidos a presión constante, admitirían todo. Ninguno de los sacerdotes, lo garantizo, no tuvo intenciones ni participación en el hecho de instigar a los niños... También estoy convencido: Los niños no mienten! Los niños hablan exactamente acerca de lo que tiene en sus corazones... Lo seguro es: Los niños no mienten." (homilía en Medjugorje con ocasión de la fiesta de San Santiago Apóstol, protector de la parroquia de Medjugorje, 25 de julio de 1981.) En el "Glas Koncila", periódico católico oficial nacional de Croacia, el 16 de agosto de 1981, declaró: "Es definitivo que los niños no fueron instigados por nadie, especialmente no por la Iglesia, a hablar falsedades."

En aquel período, el párroco de la parroquia de Medjugorje era Fr. Jozo Zovko. Junto con él trabajaba Fr. Zrinko Cuvalo. Al comienzo, ambos estuvieron con fuerza en contra de todo lo que se refiriera a apariciones y visiones de la Virgen. El obispo Pavao Zanic los invitaba a decidirse y a reconocer la acción de Dios alrededor de ellos. Ellos le replicaron que no había que tener prisa sino ver cómo todo iba a seguir desarrollándose. A pesar de todo, la actitud positiva del obispo influyó en ese entonces infundiendo valor en ellos y en todos aquellos que por alguna razón no habían hasta entonces tomado una actitud positiva con respecto a las apariciones.

Las autoridades comunistas yugoslavas de aquella época no mostraban simpatía hacia todo lo que sucedía en Medjugorje. Declararon que se trataba de contrarrevolución (4 de julio de 1981). La policía llamó al obispo Pavao Zanic a su apartamento principal en Sarajevo para un interrogatorio, llamaron también a Fr. Jozo Zovko. Los acontecimientos siguieron su propio curso. El obispo Pavao Zanic hablaba cada vez menos acerca de las apariciones de la Virgen, y Fr. Jozo Zovko, como párroco, cada vez más creía en lo sobrenatural de las apariciones de la Virgen. Debido a esta actitud, Fr. Jozo fue arrestado el 17 de agosto de 1981 y, seguidamente, es condenado a tres años y medio de presidio severo. Con él es encarcelado Fr. Ferdo Vlasic, y poco tiempo después, Fr. Jozo Krizic. La situación era extremadamente tensa. Era peligroso decir públicamente algo en favor de Medjugorje. Lo experimentaron en carne propia algunos lugareños y peregrinos que terminaron en prisión.

Después de un período de silencio, el obispo Pavao Zanic se dedicó activamente a negar los acontecimientos de Medjugorje. Publicó incluso dos documentos dirigidos a todo el mundo: 1. "La posición actual (no oficial) de la curia episcopal de Mostar con relación a los eventos de Medjugorje", 30 de octubre de 1984.; 2. "Medjugorje", 1990. En un memorándum oficial de la secretaría de estado del Vaticano No. 150.458 del 1 de abril de 1985, el cardenal Casaroli , a causa de la presentación pública del obispo ani del documento "La posición actual...", el cual - como menciona Casaroli - "tuvo un eco significativo en la prensa", encomendó al cardenal croata Franjo Kuharic de transmitir al obispo "que suspenda toda opinión personal hasta que no sean recolectados todos los elementos que permitan aclarar los eventos y que se emita un dictámen final". Lamentablemente, esta petición no surtió gran efecto en el obispo.

a) Comisión para la investigación de los eventos en Medjugorje

El obispo Pavao Zanic durante largo tiempo no consideró que alguien podía ayudarlo en la verificación de los eventos en la parroquia de Medjugorje. Unicamente, luego que hubo muchas peticiones de todas partes, en enero de 1982 formó una comisión de cuatro miembros. Aunque esta comisión afirmó desde un principio que concienzudamente se pondría a trabajar, esto lamentablemente no sucedió. Raramente o casi nunca venían a Medjugorje. La Conferencia de Obispos de Yugoslavia de aquel tiempo expresó su deseo que el asunto fuera tratado en modo más serio. Aconsejó al obispo ani que nombrara una comisión competente que estuviera en condiciones de aclarar los acontecimientos en Medjugorje. En febrero de 1984, el obispo ani aumentó la comisión a 14 miembros. Muchos no estuvieron de acuerdo porque los miembros de la comisión habían sido principalmente aquellos que ya tenían una opinión negativa acerca de las apariciones de Nuestra Señora. La primera sesión de la comisión fue celebrada el 23 y 24 de marzo de 1984. Concluida la sesión, una declaración fue dada a la prensa, en la que se decía, entre otras cosas, justificando el hecho de haberse reunido esporádicamente, que la Santa Sede había dado la sugerencia al obispo de no apurar la investigación y el dictámen conclusivo.

Por segunda vez, la misma comisión se reunió en octubre del 1984. Repitió la misma declaración dada por primera vez.

El año 1987 se produjo un gran vuelco en la situación. El Presidente de la Congregación para la doctrina y la fe, cardenal Joseph Ratzinger, encomendó la investigación de los eventos en la parroquia de Medjugorje a la Conferencia Episcopal de Yugoslavia.

b) Declaración de la Conferencia de Obispos de la ex Yugoslavia

Después de tres años de observaciones, la Conferencia de Obispos de la ex Yugoslavia publicó el 10 de abril de 1991 una declaración en que, entre otras cosas, se dice: "En conformidad con las investigaciones hasta ahora realizadas, no se puede afirmar que se trate de apariciones o fenómenos sobrenaturales". No se ha dicho, por lo tanto, que no se aparece, sino que aún no ha sido comprobado. Tales palabras fueron en realidad un compromiso entre la posición del obispo Zanic y los buenos frutos que producen los eventos de Medjugorje. Habiendo sentido la grandeza de los eventos de Medjugorje, los obispos decidieron dedicar su atención a aprender acerca de la Bienaventurada Virgen María en la parroquia de Medjugorje. Se comprometieron a dar directrices litúrgico-pastorales apropiadas especiales.

Los obispos acudieron solemnemente a Medjugorje el 17 de junio de 1991. El día anterior en Mostar, ellos habían formado una comisión para la vida pastoral en la parroquia de Medjugorje. A la cabeza de esa comisión estaba el dr. Franjo Komaric, obispo de la diócesis de Banja Luka, y los miembros eran Vinko Puljic, el arzobispo de la archidiócesis de Sarajevo, Slobodan Stambuk, obispo de la diócesis de Hvar y Pavao Zanic, obispo de la diócesis de Mostar-Duvno-Trebinje-Mrkonje, zona donde se halla Medjugorje. La comisión estaba integrada además por cuatro consejeros. Los cuatro obispos, junto con otros sacerdotes, celebraron una solemne Misa vespertina con los peregrinos. La celebración eucarística fue dirigida por el obispo Pavao Zanic, y predicó el arzobispo Vinko Puljic. Con este acto confirmaron que Medjugorje era un lugar de oración, un santuario en el que la gente se acercaba a Dios.

La comisión para la vida pastoral en la parroquia de Medjugorje decidió reunirse nuevamente el 26 de junio de 1991. Sin embargo, con el ataque serbio a Eslovenia ese día empezó la guerra que martilleó los últimos clavos en el féretro de lo que se había llamado Yugoslavia. Con la desmembración del estado de Yugoslavia, también la Conferencia de Obispos de Yugoslavia se desmembró.

2. El obispo dr. Ratko Peric

El obispo dr. Ratko Peric, que durante el período de ejercicio de Pavao Zanic como obispo fue profesor en la Universidad Gregoriana de Roma y rector del Instituto de San Jerónimi en Roma, llegó a ser el sucesor de Pavao Zanic. El había ayudado mucho al obispo Pavao ani con ocasión de sus visitas a Roma.

El llegó a ser obispo de la diócesis Mostar-Duvno-Trebinje-Mrkanj en 1993. Siguió los pasos de su antecesor respecto a las apariciones de la Virgen en la parroquia de Medjugorje. Tampoco él visita la parroquia, excepto cuando debe hacerlo, en ocasión de las confirmaciones o por otra razón oficial. Para demostrar la falsedad de las apariciones de la Virgen comúnmente menciona la "Declaración" de la ex-Conferencia de los Obispos de Yugoslavia. La interpreta de tal manera diciendo que los obispos en aquel entonces habían declarado claramente que la Virgen no se aparecía en Medjugorje. Expresó su posición en modo más global a la opinión pública en su libro "El Trono de la Sabiduría" (Crkva na Kamenu, Mostar 1995). En el capítulo que lleva por título "Criterios para la verificación de las apariciones" y por subtítulo "Acerca de las apariciones de Medjugorje" (págs. 266-286) procura demostrar que las apariciones de la Virgen no son auténticas. En la conclusión del capítulo, él resume su posición en diez puntos.

El día de la Fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el 14 de junio de 2001, Mons. Ratko Peric, obispo de Móstar, confirió el sacramento de la Confirmación a 72 candidatos en la parroquia de Medjugorje.

En su homilía, repitió que no cree en el carácter sobrenatural de las apariciones de Medjugorje, pero expresó su satisfacción con respecto al modo en que el párroco administra esa parroquia. Destacó también la importancia de la unidad de la Iglesia Católica, que se manifiesta a través de la unidad con el obispo local y con el Santo Padre, así como la necesidad de que todos los fieles de esta diócesis, con la fuerza del Espíritu Santo que se les ha sido dada, fueran fieles a la enseñanza y a la práctica de la Iglesia Católica y Romana.

Después de la solemne Santa Misa, Mons. Ratko Peric permaneció en conversación amistosa con los sacerdotes en la Oficina parroquial.