Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 24. abril 1986

“iQueridos hijos! Hoy los invito a la oración. Han olvidado, queridos hijos, que todos ustedes son importantes. De manera especial son importantes los ancianos en la familia: invítenlos a orar. Todos los jóvenes deben ser un ejemplo para los demás y dar testimonio con la propia vida. Queridos hijos. les suplico, comiencen a cambiar ustedes mismos con la oración. Entonces les resultará claro lo que deben hacer. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 17. abril 1986

“iQueridos hijos! Ustedes están ahora demasiado preocupados por las cosas materiales y por eso, corren el peligro de perder todo lo que Dios quiere darles. Los invito, queridos hijos, a pedir los dones del Espíritu Santo que ahora les son necesarios para poder dar testimonio de mi presencia aquí y de todo lo que Yo les doy. Queridos hijos, abandónense totalmente a Mí, para que Yo pueda guiarlos en todo. No se preocupen de las cosas materiales. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 10. abril 1986

“iQueridos hijos! Deseo invitarlos a crecer en el amor. Una flor no puede crecer normalmente sin agua. De igual manera, también ustedes, queridos hijos, no pueden crecer sin la bendición de Dios. Día a día, ustedes deben pedir esta bendición par poder crecer normalmente y para poder cumplir con Dios y con sus trabajos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 03. abril 1986

“iQueridos hijos! Los invito a vivir la Santa Misa. Muchos de ustedes han experimentado la alegría y la belleza de la Santa Misa y hay otros también que no vienen de buena gana. Yo los he escogido, queridos hijos, y Jesús les da Sus gracias en la Santa Misa. Por lo tanto, vivan conscientemente la Santa Misa y que cada venida los llene de alegría. Vengan con amor y acojan con amor la Santa Misa. Gracias por haber respondido a mi llamado!”