Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 29. mayo 1986

“iQueridos hijos! Hoy los invito a todos a vivir en sus vidas el amor a Dios y al prójimo. Sin amor, queridos hijos, ustedes no pueden hacer nada. Es por eso que Yo los invito, queridos hijos, a vivir el amor mutuo. Sólo así podrán ustedes amarme y aceptarme a Mí y a todos aquellos que vienen a su parroquia: todos sentirán mi amor a través de ustedes. Por tanto, les ruego, queridos hijos, que comiencen desde hoy a amar con un amor ardiente, con el amor con el que Yo los amo. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 22. mayo 1986

“iQueridos hijos! Hoy deseo darles mi amor. Ustedes no saben, queridos hijos, cuán grande es mi amor y no saben acogerlo. De diversas maneras Yo se los quiero manifestar, pero ustedes, queridos hijos, no lo reconocen. Ustedes no comprenden mis palabras con el corazón, por lo tanto tampoco entienden mi amor. Queridos hijos, acéptenme en sus vidas y entonces podrán aceptar todo aquello que Yo les digo y todo aquello a lo que Yo los invito. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 15. mayo 1986

“iQueridos hijos! Hoy los invito a entregarme su corazón, para que Yo pueda cambiarlo y hacerlo semejante a mi Corazón. Ustedes se preguntan, queridos hijos, por qué no son capaces de hacer todo lo que Yo les pido. No lo pueden hacer porque no me han entregado su corazón para que Yo lo cambie. Ustedes hablan, pero no lo hacen. Los invito a hacer todo aquello que Yo les digo. De esa manera, Yo estaré con ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 08. mayo 1986

¡Queridos hijos! Ustedes son responsables de los mensajes. Aquí se encuentra la fuente de la gracia y ustedes, queridos hijos, son las vasijas que transmiten esos dones. Por eso, hijitos, los invito a cumplir vuestro servicio con responsabilidad. Cada uno responderá en la medida de su propia capacidad. Queridos hijos, los invito a distribuir con amor los dones a los demás y a no conservarlos para ustedes mismos. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Mensaje, 01. mayo 1986

“iQueridos hijos! Les pido que comiencen a cambiar la vida en sus familias. Que la familia sea una flor armoniosa que Yo deseo ofrecer a Jesús. Queridos hijos, que cada familia sea activa en la oración. Yo deseo que un día se vean los frutos en la familia. Sólo así podré ofrecerlos como pétalos a Jesús para la realización de los planes de Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!”