Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 25. agosto 1999

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a que en los colores de la naturaleza glorifiquen a Dios Creador. El les habla incluso a través de la flor más pequeña acerca de su hermosura y de la profundidad del amor con el cual los creó. Hijitos, que vuestra oración brote del corazón como agua fresca de manantial. Que los campos de trigo les hablen sobre la misericordia de Dios hacia cada creatura. Por lo tanto, renueven la oración de agradecimiento por todo lo que les da. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”