UN REGALO PARA NUESTRA SEÑORA

Novena a la Reina de la Paz

Medjugorje 1981 – 2001

© Informativni Centar Mir –Medjugorje

Qué ofrecerle a Nuestra Señora por el 20o. Aniversario de sus apariciones

¿Qué podemos ofrecerle a la Reina de la Paz por este aniversario de sus apariciones?

Esta es la pregunta que se hacen muchos peregrinos, y nosotros respondemos con otra pregunta: ¿No sería el regalo más precioso que comenzáramos a vivir realmente sus mensajes?

El tema principal de los mensajes es el llamado a la paz y la reconciliación, pero Ella subraya a menudo que sólo podremos obtenerlas a través de la oración. Por eso es que Ella nos llama incesantemente a orar, a renovar la oración hasta que se convierta en gozo para nosotros, a orar con el corazón...

Hemos compuesto una sencilla novena con el profundo deseo de ofrecer algo especial a Nuestra Señora para este Aniversario, algo que una a todos sus hijos en el mundo entero, algo que nos ayude a vivir sus mensajes.

¿Por qué una Novena?

La idea de la Novena proviene del Nuevo Testamento, cuando María y los Apóstoles, 40 días después de la Resurrección de Jesús, permanecieron en oración por nueve días consecutivos. Ellos oraron con un solo corazón y perseveraron en la oración, esperando la venida del Espíritu Santo, el Paráclito, que les había sido prometido y quien los llenó cuando se cumplió el tiempo de Pentecostés (Hch 2,1). Desde entonces, las Novenas se han vuelto una práctica frecuente en la tradición de la Iglesia. También en Medjugorje, la Virgen nos llama: Queridos hijos, ofrezcan novenas, haciendo sacrificios a los cuales se sientan de lo más dispuestos. (Julio 25 de 1993)

¿Cómo rezar esta Novena?

Cada día está dedicado a orar por una intención especial. Rezamos por esta intención, meditando en los textos propuestos, por medio de los Misterios Gloriosos del Rosario. El primer texto es un pasaje del Evangelio, el segundo - un mensaje de Nuestra SEñora de alguno de los aniversarios previos, y el tercero - un pasaje del Catecismo de la Iglesia Católica. Estos han sido elegidos para dar una triple perspectiva de la intención de oración: un Evangelio, un pensamiento mariano (por medio de los mensajes de Medjugorje) y la visión eclesial, para ayudar a la persona que guía la oración e introduce los Misterios. Los pasajes del Catecismo sobre la oración nos muestran la riqueza, la profundidad y la inmensidad de la experiencia de la oración cristiana, la cual nos recuerda la Virgen aquí en Medjugorje. La oración conclusiva reúne todas las intenciones de oración respecto a la intención del día.

Unidos hacia algo nuevo

Creemos que esta unión en la oración traerá una nueva experiencia del amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Esta experiencia es siempre un nuevo comienzo, un pasaje a un nuevo nivel de existencia. Las guerras reales, las guerras de nuestras dudas e incredulidad, pueden ser detenidas e incluso las leyes naturales pueden ser cambiadas a través de la oración. Esperamos, sinceramente, que nuestra oración en común, unidos en el Corazón de María por la victoria de su Corazón Inmaculado, nos obtendrán la conversión de nuestros corazones y nuestras vidas y constituirán además el regalo más precioso para Nuestra Señora.


Primer día

Oramos por los Videntes

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo cuando aún estaba con ustedes; que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios y el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto. Ahora yo les voy a enviar al que mi Padre les prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad, hasta que reciban la fuerza de lo alto. (Lucas 24,44-49)

¡Queridos hijos! Hoy les doy gracias por vivir y dar testimonio de mis mensajes con su vida. Hijitos, sean fuertes y oren para que la oración pueda darles fortaleza y alegría. Sólo de este modo cada uno de ustedes será mío y Yo los guiaré por el camino de la salvación. Hijitos, oren y con su vida den testimonio de mi presencia aquí. Que cada día sea para ustedes un gozoso testimonio del amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1999)

«La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes» (san Juan Damasceno, f.o. 3,24). ¿Desde dónde hablamos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde «lo más profundo» (Sal 130,14) de un corazón humilde y contrito? El que se humilla es ensalzado (cf. Lc 18,9-14). La humildad es la base de la oración. «Nosotros no sabemos pedir como conviene» (Rm 8,26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración; el hombre es un mendigo de Dios (cf. san Agustín, serm. 56, 6,9). (CCC: 2559)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Señor, Tú llamas a todos los cristianos a ser testigos reales de Tu vida y Tu amor. Hoy, Te damos gracias de manera especial por los videntes y por su misión de dar testimonio de los mensajes de la Reina de la Paz. Te presentamos todas sus necesidades. Rogamos por cada uno de ellos en lo personal para que Tú estés cerca de ellos, a fin de que puedan crecer incesantemente en la experiencia de Tu fortaleza. Te pedimos que los conduzcas a una oración cada vez más profunda y humilde, mientras siguen dando testimonio de la presencia de la Virgen en Medjugorje. Amén.


Segundo Día

Oremos por todos los Sacerdotes que sirven en el Santuario

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre. (Juan 14,12-14)

¡Queridos hijos! Hoy estoy con ustedes de una manera especial y les traigo mi bendición maternal de paz. Yo oro por ustedes e intercedo por ustedes ante Dios, a fin de que puedan comprender que cada uno de ustedes es portador de paz. No pueden tener paz, si su corazón no está en paz con Dios. Por tanto, hijitos, oren, oren, oren, puesto que la oración es el fundamento de su paz. Abran su corazón y denle tiempo a Dios, para que El llegue a ser su Amigo. Cuando se crea una verdadera amistad con Dios, no hay tempestad que la pueda destruir. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1997)

Si conocieras el don de Dios (Jn 4,10). La maravilla de la oración se revela precisamente allí, junto al pozo donde vamos a buscar nuestra agua: allí Cristo va al encuentro de todo ser humano, es el primero en buscarnos y el que nos pide de beber. Jesús tiene sed, su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea. La oración, sepámoslo o no, es el concentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de El (cf. san Agustín, quaest.64, 4). Tú le habrías rogado a él, y él te habría dado agua viva (Jn 4,10). Nuestra oración de petición es paradójicamente una respuesta. Respuesta a la queja del Dios vivo: A mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas (Jr 2,13), respuesta de fe a la promesa gratuita de salvación (cf. Jn 7,37-39; Is 12,3; 51,1), respuesta de amor a la sed del Hijo único (cf. Jn 19,28; Za 12,10; 13,1). (CCC: 2560, 2561)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Señor, Tú eres la única fuente de vida, el Unico que puede saciar nuestra sed de amor y amistad. Te damos gracias por Tu humildad al actuar por medio de un hombre sencillo, un sacerdote, entregándote así al pueblo en la Santa Misa, en los Sacramentos, en la Bendición. Hoy, invocamos de manera especial Tu bendición sobre todos los sacerdotes que sirven en el Santuario de la Reina de la Paz. Haz que puedan descubrir aún más el poder de la fe por la cual Tú les concedes cualquier cosa que ellos Te pidan. Que lleguen a ser igualmente portadores auténticos de la paz, fruto de su profunda y sentida amistad Contigo. Amén.


Tercer Día

Oremos por todos los Fieles de la Parroquia de Medjugorje

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como el sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos. (Juan 15,5-8)

¡Queridos hijos! Hoy les doy gracias por todos los sacrificios que han ofrecido en estos días. Hijitos, los invito a abrirse a Mí y a decidirse por la conversión. Sus corazones, hijitos, aún no están completamente abiertos a mí y por eso, los invito de nuevo a abrirse a la oración, a fin de que en la oración el Espíritu Santo los ayude a que sus corazones se vuelvan de carne y no de piedra. Hijitos, gracias por haber respondido a mi llamado y por haberse decidido a caminar Conmigo hacia la santidad.² (Mensaje, Junio 25 de 1996)

¿De dónde viene la oración del hombre? Cualquiera que sea el lenguaje de la oración (gestos y palabras), el que ora es todo el hombre. Sin embargo, para designar el lugar de donde brota la oración, las Sagradas Escrituras hablan a veces del alma o del espíritu, y con más frecuencia del corazón (más de mil veces). Es el corazón el que ora. Si éste está alejado de Dios, la expresión de la oración es vana. (CCC: 2562)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Gracias, Señor, por Tu amor, gracias por el llamado a permanecer con el corazón en Tu amor y dar así mucho fruto. Gracias por haber elegido esta parroquia de manera especial, entregándosela a Tu Madre, la Reina de la Paz, con la misión de llamar al mundo a la paz y la reconciliación, a la conversión por medio de la renovación del ayuno y la oración. Gracias por la apertura de cada corazón que supo cómo recibirla y le permitió hacer de cada uno un signo visible para aquellos que vienen aquí. Hoy Te rogamos, Señor, que hagas de esta parroquia un signo aún mayor del Reino de Dios y que ayudes a los parroquianos, a convertirse en frutos gozosos y santos de la presencia de Nuestra Señora. Amén.


Cuarto día

Oramos por todos los Líderes de la Iglesia

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no caminará en la oscuridad y tendrá la luz de la vida. (Juan 8,12)

¡Queridos hijos! Hoy estoy feliz de verlos en tan gran número, que ustedes hayan respondido y hayan venido a vivir mis mensajes. Los invito, hijitos, a ser mis gozosos portadores de la paz en este mundo atribulado. Oren por la paz, a fin de que cuanto antes reine un tiempo de paz que mi Corazón aguarda con impaciencia. Yo estoy cerca de ustedes, hijitos, e intercedo ante el Altísimo por cada uno y los bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1995)

El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito (según la expresión semítica o bíblica: donde yo me adentro). Es nuestro centro escondido, inaprensible ni por nuestra razón ni por la de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo. Es el lugar de la decisión, en lo más profundo de nuestras tendencias psíquicas. Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya que, a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la Alianza. (CCC: 2563)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Gracias, oh Señor, por darnos a la Iglesia como Madre y Esposa, para guiarnos en nuestra vida terreno por un camino de luz hacia Ti. Gracias, porque en la Iglesia todos somos hermanos y hermanas, y miembros de Tu Cuerpo Místico. Hoy oramos por quienes conducen a Tu Iglesia para que incesantemente renueven en sí mismos su alianza Contigo, que eres la única y verdadera Cabeza de la Iglesia, a fin de convertirse en portadores fieles y gozosos de la paz y la verdad en este mundo atribulado. Amén.


Quinto Día

Oramos por todos los Peregrinos que ya han venido a Medjugorje

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida? (Marcos 8,34-36)

¡Queridos hijos! Hoy estoy contenta a pesar de que todavía hay cierta tristeza en mi Corazón por aquellos que comenzaron a seguir este camino y después lo abandonaron. Mi presencia aquí es por tanto para conducirlos por un nuevo camino, el camino de la salvación. Por eso, Yo los invito día a día a la conversión, pero si ustedes no oran, no pueden decir que se están convirtiendo. Yo oro por ustedes e intercedo ante Dios por la paz; primero, por la paz en sus corazones, después, alrededor de ustedes a fin de que Dios sea su paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1992)

La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre. (CCC 2564)

Oración conclusiva: Nuestras vidas, oh Señor, están en Tus manos. Sólo Tú sabes lo que necesitamos para ser salvados. Gracias por enseñarnoslo aquí en Medjugorje durante 20 años por medio de Tu Madre, quien vino a guiarnos por el camino de la salvación. Bendice y fortalece a todos aquellos que comenzaron a recorrer el camino de la conversión y la oración aquí en Medjugorje. Fortalece su fe, su esperanza y su caridad, y no permitas nunca que traicionen su alianza Contigo. Amén.


Sexto Día

Oramos por todos los Peregrinos que vendrán a Medjugorje

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

En aquel tiempo exclamó Jesús: «¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mateo 11,25-30)

¡Queridos hijos! Hoy, también Yo me regocijo por su presencia aquí. Yo los bendigo con i bendición maternal e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. Los llamo de nuevo a vivir mis mensajes y a ponerlos en práctica en sus vidas. Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos día a día. Queridos hijos, éstos son tiempos particulares y por eso, Yo estoy con ustedes para amarlos y proteger sus corazones de Satanás y para llevarlos a todos más cerca del Corazón de Jesús, mi Hijo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1993)

En la nueva Alianza, la oración es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo. La gracia del Reino es la unión de la Santísima Trinidad toda entera con el espíritu todo entero (san Gregorio Nac., or. 16,9). Así, la vida de oración es estar habitualmente en presencia de Dios, tres veces Santo, y en comunión con El. Esta comunión de vida es posible siempre porque, mediante el bautismo, nos hemos convertido en un mismo ser con Cristo (cf. Rm 6,5). La oración es cristiana en tanto en cuanto es comunión con Cristo y se extiende por la Iglesia que es su Cuerpo. Sus dimensiones son las del Amor de Cristo (cf. Ef 3,18-21). (CCC: 2565)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Nosotros no Te hemos escogido a Ti, oh Señor, sino Tú nos has escogido a nosotros. Sólo Tú conoces a todos los pequeños que recibirán la gracia de la revelación de Tu amor por medio de Tu Madre, aquí en Medjugorje. Oramos por todos los peregrinos que vendrán a Medjugorje: protege sus corazones de todo ataque satánico y ábrelos a todas las inspiraciones que vienen de Tu Corazón y del Corazón de María. Amén.


Séptimo Día

Oramos por todos los Grupos de Oración de Medjugorje y Centros de Paz en Todo el Mundo

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a sus discípulos: Traten a los demás como ustedes quieren que ellos lo traten. En esto se resumen la ley y los profetas. Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran! (Mateo 7,12-14)

¡Queridos hijos! Hoy los invito al amor que es leal y agradable a Dios. Hijos míos, el amor lo acepta todo, aún lo que es duro y amargo por amor a Jesús que es Amor. Por tanto, queridos hijos, oren a Dios para que El venga en su auxilio, pero no según sus deseos sino según Su amor. Entréguense a Dios para que El pueda curarlos y consolarlos y pueda perdonarles todo aquello en ustedes que es un impedimento en el camino del amor. Así, Dios podrá moldear sus vidas y ustedes crecerán en el camino del amor. Glorifiquen a Dios, mis queridos hijos, con el Himno a la Caridad para que el amor de Dios pueda crecer en ustedes día a día hasta su total plenitud. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1988).

En la oración, el Espíritu Santo nos une a la Persona del Hijo Unico, en Su humanidad glorificada. Por medio de ella y en ella, nuestra oración filial comulga en la Iglesia con la Madre de Jesús (cf. Hch 1,14). Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los hermanos y a las hermanas de su Hijo, que son peregrinos todavía y que están ante los peligros y las miserias (LG 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración; María, su Madre y nuestra Madre, es para transparencia de El: María muestra el Camino [Hodoghitria], ella es su signo, según la iconografía tradicional de Oriente y Occidente. (CCC: 2673, 2674)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: El amor es signo de reconocimiento a Tus discípulos, oh Señor. Te damos gracias por cada respuesta de amor dada a través del servicio y los dones a los demás. Oramos por todos los miembros de los Grupos de Oración y Centros Medjugorje en todo el mundo. Haz que, unidos a Tu Madre, puedan siempre mostrar con valor y decisión, dentro de sus familias y dondequiera que vivan, el camino estrecho, el único camino que lleva a Ti. Ayúdalos a crecer día a día en la plenitud de Tu Amor. Amén.


Octavo Día

Oremos por la realización de todos los frutos y Mensajes de Medjugorje

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

Jesús dijo a Sus discípulos: Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que crea en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios. La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio el que obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. (Juan 3,26-21)

¡Queridos hijos! Hoy, en este grandioso día que ustedes me han regalado, deseo bendecirlos a todos y decirles: OEEstos días, mientras Yo estoy con ustedes, son días de gracia. Yo deseo instruirlos y ayudarlos a caminar en el camino de la santidad. Hay muchas personas que no desean entender mis mensajes y aceptar con seriedad lo que Yo estoy diciendo. Pero ustedes... Por eso los llamo y les pido que con sus vidas y con su diario vivir den testimonio de mi presencia. Si ustedes oran, Dios los ayudará a descubrir la verdadera razón de mi presencia. Por eso, hijitos, oren y lean las Sagradas Escrituras, de tal manera que, por medio de mi venida, ustedes descubran en las Sagradas Escrituras el mensaje para ustedes.¹ ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1991)

María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con Ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos (cf. Jn 19,27) a la Madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos orar con Ella y a Ella. La oración de la Iglesia está sostenida por la oración de María. La Iglesia se une a María en la esperanza (cf. LG 68-69). (CCC: 2679)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Te damos gracias, oh Padre, habernos dado a Tu Hijo y a Su Madre, a fin de que nadie de quienes crean en Ellos y los escuchen se pierdan. Gracias por cuidar de cada persona y, en Tu misericordia, por no condenar a nadie. Hoy Te pedimos que se realice todo aquello por lo que Nuestra Señora ha rogado aquí en Medjugorje y para que cada gracia que ha sido derramada aquí se difunda en el mundo. Que esto traiga frutos de santidad y Te sirva en Tu plan de salvación. Amén.


Noveno Día

Oremos por las Intenciones de la Reina de la Paz

1. Oración a la Reina de la Paz
2. Veni Creator Spiritus
3. Misterios Gloriosos del Rosario

Textos para la Meditación

En ese tiempo, Jesús dijo: Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que me has dado, para que contemplen mi gloria, la que me diste, porque me has amado desde antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo sí te conozco y éstos han conocido que Tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se los seguiré dando a conocer, para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos. (Juan 17,24-26)

¡Queridos hijos! Hoy les doy las gracias y deseo invitarlos a la paz de Dios. Yo deseo que cada uno de ustedes experimente en su corazón esa paz que sólo Dios da. Hoy quiero bendecirlos a todos; los bendigo con la bendición del Señor. Les suplico, queridos hijos, que sigan y que vivan mi camino. Yo los amo, queridos hijos, y por eso los llamo -no sé ya cuántas veces- y les agradezco todo aquello que ustedes están haciendo por mis intenciones. Les suplico que me ayuden, para que Yo pueda ofrecerlos al Señor para que El los salve y los guíe por el camino de la salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! (Mensaje, Junio 25 de 1987)

La oración de María se nos revela en la aurora de la plenitud de los tiempos. Antes de la encarnación del Hijo de Dios y antes de la efusión del Espíritu Santo, su oración coopera de manera única con el designio amoroso del Padre: en la anunciación, para la concepción de Cristo (cf. Lc 1,38); en Pentecostés para la formación de la Iglesia, Cuerpo de Cristo (cf. Hch 1,14). En la fe de su humilde esclava, el don de Dios encuentra la acogida que esperaba desde el comienzo de los tiempos. La que el Omnipotente ha hecho llena de gracia responde con la ofrenda de todo su ser: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Fiat ésta es la oración cristiana: ser todo de El, ya que El es todo nuestro. (CCC: 2617)

4. Letanía de la Santísima Virgen

Oración conclusiva: Te damos gracias, oh Padre, por el don de oración que nos permite tocar Tu corazón; oración en la que Tú te entregas enteramente a nosotros y con la cual nos enseñas a entregarnos enteramente a Ti. Hoy oramos por todas las intenciones de la Reina de la Paz y por todo lo que es necesario para que el mundo entero, por medio de María, pueda entrar en Tu gloria, la gloria de la Santísima Trinidad. Amén.


Oraciones

Oración a la Reina de la Paz

¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz!
Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios.
Alcánzanos la gracia de no sólo decir:
¡Hágase en mí según Tu voluntad!,
sino vivirla tal como Tú lo hiciste.
Ponemos en Tus manos nuestras manos,
a fin de que puedas conducirnos a Jesús
en medio de todas las aflicciones y pesares.
Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias...

Veni Creator Spiritus - Ven Espíritu Santo

Ven, Creador, Espíritu amoroso,
ven y visita el alma que a ti clama
y con tu soberana gracia inflama
los pechos que creaste poderoso.

Tú que abogado fiel eres llamado
del Altísimo don, perenne fuente
de vida eterna, caridad ferviente,
espiritual unción, fuego sagrado.

Tú te infundes al alma en siete dones,
fiel promesa del Padre soberano;
tú eres el dedo de su diestra mano,
tú nos dictas palabras y razones.

Ilustra con tu luz nuestros sentidos,
del corazón ahuyenta la tibieza,
haznos vencer la corporal flaqueza,
con tu eterna virtud fortalecidos.

Por ti, nuestro enemigo desterrado,
gocemos de paz santa duradera,
y, siendo nuestro guía en la carrera,
todo daño evitemos y pecado.

Por ti al eterno Padre conozcamos,
y al Hijo, soberano omnipotente,
y a ti, Espíritu, de ambos procedente,
con viva fe y amor siempre creamos. Amén.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor.

- Envía, Señor, Tu Espíritu y todo será creado.
- Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios, que con la luz del Espíritu Santo enseñas a Tus fieles a conocer la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Rosario

Misterios Gozosos

1. La Anunciación del Angel a María
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
2. La Visitación de María a Isabel
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
3. El Nacimiento de Nuestro Señor en Belén
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
4. La Presentación en el Templo
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
5. El Niño Jesús Hallado en el Templo
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.

Misterios Dolorosos

1. La Agonía de Jesús en el Huerto
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
2. La flagelación de Nuestro Señor
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
3. La Coronación de Espinas
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
4. Jesús con la Cruz a Cuestas
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.

 
Misterios Gloriosos

1. La Resurrección de Jesús de entre los Muertos
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
2. La Ascensión de Jesús al Cielo
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
3. La Venida del Espíritu Santo
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
4. La Asunción de María al Cielo
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.
5. La Coronación de la Santísima Virgen
Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria, Oh Jesús mío.

Letanía de la Santísima Virgen

Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, ten misericordia de nosotros
Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios, Padre Celestial, ten misericordia de nosotros
Dios, Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros
Trinidad Santísima, un solo Dios, ten misericordia de nosotros

Santa María,                         ruega por nosotros
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las vírgenes,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Divina Gracia,
Madre de la Iglesia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre virginal,
Madre inmaculada,
Madre incorrupta,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la eterna sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual de elección,
Vaso precioso de la gracia,
Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina elevada al cielo,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la Familia,
Reina de la Paz,

C. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
R. Perdónanos, Señor.
C. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
R. Escúchanos, Señor.
C. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
R. Ten misericordia de nosotros.

Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita.

C. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
C. Ruega por nosotros y por nuestro Santísimo Padre, el Papa N. El Señor lo bendiga y lo conserve, lo haga feliz en esta tierra y no lo entregue en manos de sus enemigos.
R. Amén.

Oremos

Te suplicamos, Señor, que derrames Tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de Tu Hijo Jesucristo, por Su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de Su Resurrección.
Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
R. Amén.
¡Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra! ¡Dios te salve! A ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suplicamos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

El Himno de Medjugorje
(Traducción del P. Tiberio Munari)

Hoy venimos, buena Madre
de lugares diferentes,
a traerte nuestras penas
y plegarias muy fervientes.

Dulce Reina de la Paz,
tu sonrisa nos consuela,
tu mensaje, oh María,
el amor de Dios revela.

Sepan todos, hijos míos,
que los amo inmensamente,
y por eso con ustedes
tanto quiero estar presente.

Dulce Reina...
Gracias Madre y REina nuestra
escogida criatura;
oh María, de Dios eres
sacramento de ternura.
Dulce Reina...

Virgen digna de alabanza,
Tú me ayudas, Tú me guías,
en Ti tengo mi esperanza,
Tú me guardas noche y día.
Dulce Reina...

Tu insistencia con nosotros
de que hagamos oración,
razón tiene que alcancemos
la gran paz del corazón.
Dulce Reina...

Poderosa, victoriosa,
sin mancilla, Virgen Santa,
de Dios Hija, Madre, Esposa,
satanás de Ti se espanta.
Dulce Reina...

Dulce Madre, Virgen pura,
serás siempre mi ilusión;
y por eso te consagro,
alma, cuerpo y corazón.
Dulce Reina...