Fray Ivan Dugandžić: Estemos agradecidos de que la Virgen nos considere y nos llame hijos suyos

Fecha: 26.06.2020.

En Medjugorje, con una procesión por el 39º Aniversario de las apariciones de la Virgen, comenzó la misa solemne presidida por fray Ivan Dugandžić en concelebración de 21 sacerdotes, mientras docenas de otros sacerdotes estaban confesando.

Debido al coronovirus, este año no hubo numerosos grupos de peregrinos de diferentes países del mundo, no hubo misas en diferentes idiomas, pero aun así se reunió una gran cantidad de fieles. Al comienzo de la Santa Misa, fray Ivan Dugandžić dijo que "todo es mucho más modesto de lo que estamos acostumbrados".

“Aunque todo es diferente a como era antes, estoy convencido de que lo más importante se ha mantenido igual: el amor de la Madre celestial por nosotros, sus hijos, y nuestra fiel devoción a ella, nuestra Madre común. Mientras que hace unos meses la pandemia estaba en su apogeo, mientras Medjugorje estaba inquietantemente vacío y desolado, y la iglesia de Santiago Apóstol cerrada, entonces también estábamos seguros de que la Reina de la Paz nos estaba velando e intercediendo por nosotros. Al celebrar la Eucaristía en la iglesia cerrada en presencia de unas pocas personas, sabíamos que todos vosotros, los devotos de la Reina de la Paz y amigos de Medjugorje a lo largo del mundo, estabais con nosotros en comunión de fe y de esperanza, y nosotros os llevábamos a todos en nuestros corazones y en oración os presentábamos a Dios. Y en esas difíciles condiciones, éramos una Iglesia viva que reza y alaba unida. En estas circunstancias inusuales de la vida, Medjugorje fue y sigue siendo un lugar de oración y esperanza para la Iglesia y el mundo", dijo fray Ivan Dugandžić, quien también en su homilía se refirió a la pandemia de coronavirus.

“Las crisis profundas por las que pasan individuos, familias enteras, naciones enteras y, a veces, toda la humanidad, como en esta pandemia de coronavirus, generalmente se perciben como algo negativo, que por fuerza detiene el curso normal de nuestra vida, nos empobrece tanto material como espiritualmente, y deja irreparables consecuencias para el futuro. ¿Cuántas veces en las semanas de confinamiento estricto y movimiento limitado escuchamos la frase: "Después de esto, ¡nada será igual!?" Algunos querían ser aún más convincentes, por lo que solían decir: "¡Podemos olvidarnos del mundo que conocíamos!" Tanto en un caso como en el otro, la crisis se puede entender como una brecha insuperable entre el pasado y el futuro”, dijo fray Ivan alentando a todos a no tener miedo al futuro.

“Y así como el ángel una vez se dirigió a ella con palabras de ánimo: "No temas, María", ahora ella anima a los niños sorprendidos y asustados, a los videntes que ha elegido como testigos. Según ellos, envía un mensaje de paz al mundo en un momento en el que está bastante claro que los gobernantes y los poderosos de este mundo no pueden garantizarla y cuando amenaza un conflicto de diferentes ideologías y alianzas militares. En vano se celebran conferencias de paz y se firman siempre nuevos tratados de paz, la paz se ve cada vez más amenazada porque la gente no habla de ello con corazones puros e intenciones sinceras.

Es por eso, que la promesa de paz de la Virgen está lógicamente acompañada por una llamada a la conversión, un cambio en el corazón del hombre por medio del sacramento de la Reconciliación, la celebración de la Eucaristía, la adoración del Santísimo Sacramento del Altar, la oración, el ayuno y la lectura de la Palabra de Dios... Así, del monte Podbrdo corrió un riachuelo de agua fresca desde la eternidad hacia el pantano de la inmoralidad de este mundo y se creó un oasis en el desierto del mundo, que muchos reconocieron y aceptaron”, explica fray Ivan Dugandžić y señala que “Con el tiempo, Medjugorje se ha convertido en un lugar de conversión y oración, en el confesionario del mundo, que la Iglesia, después de un largo tiempo de cuidadoso seguimiento y estudio, reconoció y aceptó”.

“Hace un año, el eminente representante del Vaticano, el arzobispo Fisichela afirmó públicamente en este lugar que no hay mejor forma de nueva evangelización -que la Iglesia ha estado buscando desde hace mucho tiempo- que reproducir lo que está sucediendo en Medjugorje en todas las partes del mundo y en toda la iglesia”, dijo fray Ivan Dugandžić, recordando que durante 39 años la Reina de la Paz ha estado mostrando el camino hacia la verdadera paz y el futuro con Dios, y concluyó su sermón: “Estemos sinceramente agradecidos de que ella nos considere y nos llame sus “queridos hijos” y que quiera que seamos sus testigos y apóstoles en este plan de salvación del mundo. Abandonados a ella, abrámonos con alegría al futuro que Dios está preparando para la Iglesia y el mundo. ¡Amén!” (PHOTO)