Maratón de oración desde Međugorje: Esta prueba es una oportunidad para dar testimonio de nuestra fe

Fecha: 28.05.2021.

“Queridos hermanos y hermanas, el tiempo de la pandemia ha influido profundamente en nuestras vidas. Esta prueba es una oportunidad para dar testimonio de nuestra fe, alentar la esperanza y ser activos en la caridad a través de actos de misericordia corporales y espirituales. En esta experiencia, nos sentimos como la primera comunidad cristiana, descrita en el texto de los Hechos de los Apóstoles con una hermosa expresión: “De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios” (Hechos 12, 5). De la misma manera, nosotros en el mes de mayo, en comunión con el Santo Padre, deseamos rezar de todo corazón a Dios para que escuche nuestras oraciones por el fin de esta pandemia.

Hoy, de manera especial, desde esta parroquia de Santiago Apóstol, en ausencia del visitador apostólico Henryk Hoser, debido a su estado de salud, deseamos rezar junto al nuncio apostólico en Bosnia-Herzegovina, Mons. Luigi Pezzuto. La intención de la oración es pedir por los inmigrantes, por todos aquellos que han dejado sus propios hogares, países y familias en busca de la seguridad.

Que esta luz, encendida en la lámpara frente a la estatua de Nuestra Señora, aquí en nuestra iglesia, ilumine y transforme este momento de oscuridad en el amanecer de la nueva luz”, dijo el provincial de la Provincia Franciscana de Herzegovina, fray Miljenko Šteko, al comienzo del rosario desde Medjugorje el pasado 15 de mayo de 2021, e invitó a todos los que siguieron el rosario a través de los medios de comunicación a unirse a nosotros con sus familias.

A lo largo del mes de mayo, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, ha organizado un “maratón de oración” del rosario en el que participarán 30 santuarios y lugares de oración del mundo entero, entre los que se encuentra Medjugorje también, y en el que se rezará por el fin de la pandemia.

La iniciativa bajo el lema “De toda la Iglesia subía incesantemente la oración a Dios” (Hechos 12,5) incluye oraciones diarias en los santuarios a lo largo del mundo, que así se han convertido en los promotores de la oración del rosario entre los fieles, familias y comunidades. El 1 de mayo, el Papa abrió el maratón de oración en la Basílica del Vaticano y lo concluirá el lunes, 31 de mayo, en los Jardines del Vaticano.

El rosario en Medjugorje fue dirigido por fray Miljenko Šteko y el arzobispo Luigi Pezzuto, mientras que los novicios de la Provincia franciscana de Herzegovina asistieron en esta oración. Los feligreses de la parroquia de Medjugorje rezaron el rosario y todo el evento fue más solemne gracias al canto del Coro de la Reina de la Paz de la parroquia de Medjugorje. El rosario fue transmitido en directo por los canales oficiales de la Santa Sede.

La oración consistió en el rezo de los misterios gloriosos del rosario, y antes de cada decena se leyó un texto de la Sagrada Escritura, así como un extracto de la carta del Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de los Refugiados y Desplazados del 27 de septiembre de 2020.

Rezamos por los hermanos y hermanas que se vieron obligados a dejar sus hogares debido a la guerra, la pobreza y circunstancias desafortunadas y fueron a buscar un futuro mejor como refugiados en otros lugares, para que encuentren dentro de la Iglesia un refugio digno de cada ser humano. También rezamos por todas las personas, especialmente por los cristianos para que, en medio del ruido y la multitud de información que nos envuelve, no se olviden de escuchar el grito de todos los que sufren, de todos los desplazados, de todos los necesitados. Oramos por los médicos, enfermeras y todo el personal médico, para que nunca se cansen de hacer presente el propósito evangélico de servir a los enfermos y los más necesitados. Oramos por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los religiosos, para que en los momentos difíciles de la humanidad sean siempre testigos del amor y la misericordia de Dios, portadores de esperanza para todo el pueblo, y que por la gracia de Dios todos podamos estar abiertos al amor mutuo, responsabilidad y cooperación en la prevención de la pandemia de coronavirus.

Antes de la bendición final del nuncio apostólico en Bosnia-Herzegovina, Mons. Luigi Pezzuto, fray Miljenko Šteko dijo que ante «la dramática situación actual llena de sufrimiento y ansiedad que ha afectado al mundo entero, nos refugiamos en ti, Madre de Dios y Madre Nuestra, Reina de la Paz».

“Oh, Virgen María, vuelve tus ojos misericordiosos hacia nosotros en esta pandemia de coronavirus y consuela a todos los que están perdidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos. Consuela a los que están angustiados por sus enfermos y no pueden estar cerca de ellos. Da confianza a quienes están preocupados por el futuro inseguro y las consecuencias para la economía y sus puestos de trabajo.

Madre de Dios y Madre nuestra, ruega fervientemente a Dios por nosotros, al Padre de la Misericordia, para que esta severa prueba termine y el horizonte de esperanza y paz vuelva a ser restaurado. Como en Caná, intercede ante tu Hijo Jesús, pidiéndole que consuele a las familias de todos los que están enfermos y de todos los que murieron, para que sus corazones se abran a la confianza.

Protege a todos los médicos, enfermeros, personal médico y voluntarios que están expuestos en la primera línea de batalla en esta condición extrema y arriesgan su propia vida para salvar la vida de los demás. Acompaña sus esfuerzos, concédeles fuerza, bondad y salud.

Estate cerca de los que asisten día y noche a los enfermos: todos los sacerdotes y consagrados, que con la pastoral y el compromiso evangélico tratan de ayudar y apoyar en todo lo que puedan. Santísima Virgen, ilumina las mentes de todos los científicos para que encuentren soluciones reales para vencer esta enfermedad”, dijo fray Miljenko Šteko al final, después de lo que el nuncio apostólico impartió su bendición y comenzó la celebración de la Santa Misa con 19 sacerdotes concelebrando.

“Celebramos la Solemnidad de la Ascensión el jueves pasado. Este domingo, el Evangelio refuerza profundamente el mensaje de la Ascensión, el mensaje de salvación. Este es el primer mensaje de la Ascensión: Jesús regresa al Padre, la primera impresión pudiera ser que Jesús nos abandona. Jesús se va, pero lo hace para estar más presente entre nosotros. Él mismo dijo “si no voy a mi Padre, no puedo enviar el Espíritu Santo sobre vosotros”, y el Espíritu Santo es la presencia profunda de Jesús entre nosotros. Jesús se va, pero permanece entre nosotros. Pedro y los apóstoles lo entendieron muy bien en el día de la Ascensión.

Cuando Jesús ascendió al cielo, los Hechos de los apóstoles dicen que “los apóstoles regresaron a Jerusalén llenos de gozo”. Todos hemos tenido la experiencia, cuando alguien de nosotros se va, estamos tristes. Sin embargo, Jesús asciende al cielo y los apóstoles están gozosos. Es porque los apóstoles entendieron que Jesús se iba, pero para hacer que Su presencia sea cada vez más viva entre nosotros. El miedo que a veces nos imbuye, el miedo cuando tenemos la impresión de que Jesús está lejos de nosotros, es difícil de explicar. Exactamente este sentimiento nos lleva a vivir profundamente nuestra fe y a entregarnos a Dios. Por ejemplo, quién de nosotros no ha gritado en este tiempo de pandemia: “Señor, ¿dónde estás? ¿Acaso no ves lo que está pasando?” Yo confieso públicamente ahora que en algunas ocasiones lo he dicho, y estoy seguro de que vosotros habéis hecho lo mismo. ¿Estoy en lo cierto?, preguntó Mons. Pezzuto, y agregó que ciertamente hubo momentos de rebelión contra Dios en este tiempo de pandemia.

“Esta noche, en esta Eucaristía, debemos decir, no solo hablando del miedo en esta pandemia, sino ante cualquier miedo: Que el miedo se vaya de mi vida, porque el Señor está cerca de nosotros. El Señor sabe, el Señor ve, y no estamos solos, no estamos solos”, dijo el nuncio Pezzuto, y fray Marinko Šakota le agradeció diciendo: «Todos estamos agradecidos esta noche porque Medjugorje fue elegido entre los 30 santuarios del mundo donde los fieles rezan por el fin de la pandemia».

“Estoy muy contento de cómo los padres franciscanos y vosotros, como comunidad, habéis organizado este evento para participar de la Maratón de Oración que inició el Papa Francisco. Es evidente que la oración del rosario para esta comunidad parroquial es un pilar tan firme que esta comunidad ya no puede vivir sin él. Hasta donde yo sé, si el Papa Francisco estuviera aquí, estoy seguro de que os habría dicho lo mismo”, dijo Mons. Pezzuto e invitó a todos a no olvidarse de orar por el visitador apostólico Henryk Hoser y su recuperación, para que vuelva pronto a trabajar y estar con nosotros. (FOTO)